Cádiz-Sevilla FC: Aperitivo con miga para la vida nueva
La vida nueva que trae 2018 para el Sevilla ha generado una ola de ilusión en Nervión que ha enterrado el desasosiego provocado por un proyecto que no respondió a las expectativas lastrado por una sensación de vacío que la afición espera olvidar de la mano de Vincenzo Montella.
Porque la llegada del italiano ha propiciado, cuando menos, una enorme expectación en el sevillismo, que espera una reacción inmediata de los suyos, tanto en actitud como en juego. Y el primer examen lo afronta casi sin tiempo para inculcar sus ideas, pero sí para evidenciar, como mínimo, una mejoría en intensidad y compromiso del vestuario, que sobre el césped se aprecie un equipo con hambre, que gane los balones divididos y salga con la concentración suficiente para no tirar las primeras partes, un lastre con Berizzo.
Deberes obligados en un estreno con silueta de aperitivo envenenado, pues, a tres días del derbi ante el Betis, Vincenzo Montella debuta en la ida de octavos de la Copa del Rey ante un Cádiz crecido, segundo en la Categoría de Plata y con una soberbia racha de diez partidos sin perder, con ocho victorias seguidas, que le permitió, además, eliminar al Betis en dieciseisavos tras un sorprendente 3-5 en Heliópolis. Los de Álvaro Cervera enfilan la cita plenos de moral a pesar de ver cortada su inercia ganadora con el empate contra Tenerife en el último partido del año y no variarán su hoja de ruta en el torneo copero, optando de nuevo por las rotaciones para dar minutos a los menos habituales.
En el Sevilla, por el contrario, el once es una incógnita más allá de la probatura a puerta abierta realizada por el napolitano el pasado lunes. Montella desplegará su primera alineación como sevillista en el Ramón de Carranza y se esperan novedades, entre las que destaca obviamente el probable regreso al equipo de Nzonzi, fuera de las convocatorias desde su trifulca con Berizzo en el descanso del choque contra el Liverpool.
Un mes y medio después, el nuevo técnico pretende recuperarle para la causa y todo apunta a que hoy formará el centro del campo con Pizarro -baja el sábado por sanción- y Banega. La otra novedad sería la entrada de Navas como lateral diestro ante la duda de Mercado, sin descartar a Corchia, mientras que el resto de la zaga sería la habitual. En ataque, para coronar el previsible 4-3-3, el italiano ensayó con Sarabia por la derecha y Nolito por la izquierda, en detrimento de un Correa al que conoce de su etapa en la Sampdoria. Y arriba, el primer dilema para Montella, que probó con Muriel, del que sabe qué puede sacar, pero que ayer alabó a Ben Yedder, por lo que la referencia no se conocerá hasta el ansiado estreno.
Porque la llegada del italiano ha propiciado, cuando menos, una enorme expectación en el sevillismo, que espera una reacción inmediata de los suyos, tanto en actitud como en juego. Y el primer examen lo afronta casi sin tiempo para inculcar sus ideas, pero sí para evidenciar, como mínimo, una mejoría en intensidad y compromiso del vestuario, que sobre el césped se aprecie un equipo con hambre, que gane los balones divididos y salga con la concentración suficiente para no tirar las primeras partes, un lastre con Berizzo.
Deberes obligados en un estreno con silueta de aperitivo envenenado, pues, a tres días del derbi ante el Betis, Vincenzo Montella debuta en la ida de octavos de la Copa del Rey ante un Cádiz crecido, segundo en la Categoría de Plata y con una soberbia racha de diez partidos sin perder, con ocho victorias seguidas, que le permitió, además, eliminar al Betis en dieciseisavos tras un sorprendente 3-5 en Heliópolis. Los de Álvaro Cervera enfilan la cita plenos de moral a pesar de ver cortada su inercia ganadora con el empate contra Tenerife en el último partido del año y no variarán su hoja de ruta en el torneo copero, optando de nuevo por las rotaciones para dar minutos a los menos habituales.
En el Sevilla, por el contrario, el once es una incógnita más allá de la probatura a puerta abierta realizada por el napolitano el pasado lunes. Montella desplegará su primera alineación como sevillista en el Ramón de Carranza y se esperan novedades, entre las que destaca obviamente el probable regreso al equipo de Nzonzi, fuera de las convocatorias desde su trifulca con Berizzo en el descanso del choque contra el Liverpool.
Un mes y medio después, el nuevo técnico pretende recuperarle para la causa y todo apunta a que hoy formará el centro del campo con Pizarro -baja el sábado por sanción- y Banega. La otra novedad sería la entrada de Navas como lateral diestro ante la duda de Mercado, sin descartar a Corchia, mientras que el resto de la zaga sería la habitual. En ataque, para coronar el previsible 4-3-3, el italiano ensayó con Sarabia por la derecha y Nolito por la izquierda, en detrimento de un Correa al que conoce de su etapa en la Sampdoria. Y arriba, el primer dilema para Montella, que probó con Muriel, del que sabe qué puede sacar, pero que ayer alabó a Ben Yedder, por lo que la referencia no se conocerá hasta el ansiado estreno.