Hay margen de mejora, muchísimo. Pero
con tanta pólvora arriba y un portero que lo para casi todo, la victoria siempre está más cerca. No en vano, son los dos aspectos más determinantes del fútbol. Y gracias a ello, el Sevilla trasladó su inercia goleadora de Europa a LaLiga y firmó un resultado histórico. Nunca había hecho seis goles fuera de casa en Primera, lo que da la verdadera dimensión de un resultado que sirve para seguir cogiendo confianza y ganar tiempo mientras se corrigen otros defectos.
E
ra obligatorio para Machín encontrarle sitio a Ben Yedder y el soriano lo hizo variando su sistema de inicio por vez primera. Juntó al francés con André Silva en punta y por detrás dibujó un trivote sin ningún mediocentro defensivo, en el que Banega se incrustaba en el vértice inferior para quedar escoltado por Sarabia y el Mudo. Sobre el papel, jugones para tener la pelota. Aunque en la práctica, el centro del campo no existió y el balón fue muy pronto propiedad de un Levante que, pese al resultado, desarboló por completo a una pobre zaga sevillista durante la primera mitad.
Viendo un resumen del primer acto en el que se cortasen las imágenes de los goles, nadie podría imaginar que los nervionenses se marchasen a la caseta con un contundente 1-4 a su favor. La diferencia estuvo en que el Sevilla, y en especial Ben Yedder, tiene pólvora arriba, y la dinamita del Levante está más bien mojada. Y también en la portería, porque aparte del internacional francés, el mejor sevillista sobre el césped
no fue otro que Vaclik, que mantuvo vivo a su equipo con varias paradas de mérito, incluido un penalti.
Desde el minuto uno, el conjunto granota comenzó a castigar los costados, especialmente el defendido por Aleix Vidal, superado como un infantil por
Morales una y otra vez. Así, en diez minutos, el meta checo ya había atajado un centro de Pedro López, un chut raso de Mayoral que llevaba veneno y un cabezazo de Roger, solo en el área a pase de Morales, marchándose fuera por poco el disparo duro de Bardhi en el rechace.
El Sevilla ofrecía una imagen muy pobre, quedando por completo a merced del Levante, que jugaba y llegaba a placer ante la nula presión nervionense. La sensación era de equipo pequeño al que no le dura nada el balón. Pero cuando peor estaban los de Machín, André Silva se tiró al suelo para protagonizar la primera recuperación sevillista en campo ajeno y Ben Yedder tiraba una pared con Sarabia que enviaba a la red de primeras.
Parecía, sin embargo, un espejismo, pues nada más sacar de centro, el Levante pillaba de desorganizado al cuadro blanquirrojo y hacía el empate. Luna penetró por la izquierda y ante la pasividad de la zaga, con Banega mirando, Mayoral la tocaba de tacón y
Roger fusilaba.
Parecía lo lógico, pues el gol no había sido más que un chispazo de luz dentro de los nubarrones de un Sevilla desastroso en defensa. Nadie presionaba, no había ayudas en banda y se sufría de lo lindo en las transiciones. Así, Pedro López se colaba en el área pero disparaba mordido (16´) y Bardhi probaba a Vaclik desde la frontal (19´).
Pero acto seguido, los de Nervión volvían a exhibir su pegada, esta vez a balón parado. Sarabia botaba una falta y
Carriço se imponía a dos contrarios para cabecear a la red. ¿Otro espejismo? Y es que, sin tiempo para saborearlo, Aleix cometía penalti y el Levante tenía en sus manos el empate. Ahí, sin embargo, emergió la figura de Vaclik para detener el lanzamiento de Morales, erigiéndose en el hombre clave de un Sevilla al que su máxima efectividad le hizo crecerse, gozando de más ocasiones por medio de Aleix, cuyo disparo tras recortar en el área fue desviado a córner, Sergi Gómez, de cabeza, o Navas.
El partido era un ida y vuelta en el que
la endeblez defensiva nervionense era compensada con una pegada terrible. Cada ataque era una ocasión clara y en el 35´, Sarabia robaba otro balón en el centro y conducía un tres contra dos junto a André Silva y Ben Yedder en el que se decidió por asistir al galo, que
volvió a demostrar su olfato.
El 1-3 era oro puro visto lo visto. Pero aún tuvo arrestos el Levante para estirarse e intimidar con una falta lejana de Bardhi. Ahí estaba sin embargo Vaclik para impedir la reacción,. Y en el área contraria, en cambio, Oier no acertaba a blocar un centro fácil de Navas y Ben Yedder, el más listo, firmaba su 'hat-trick'.
Se iban los de Machín al vestuario con un marcador muy superior al que indicaban sus sensaciones. Y nada más salir, otro zarpazo. Sarabia bajaba con el pecho e el área un balón largo de Navas y André Silva se sumaba a la fiesta con el quinto. Dinamita pura para un Sevilla que, ahora sí, volcó el campo hacia la meta de Oier y convirtió al Levante en un muñeco en sus manos. Así llegó el sexto, obra de Sarabia, de chut cruzado a pase de Ben Yedder. Pero la goleada pudo ser de escándalo, con más ocasiones claras para Aleix Vidal o el propio delantero francés
. Un vendaval blanquirrojo que el paso de los minutos fue atenuando, hasta acabar con el anecdótico gol local.
Ahora toca el Madrid, que posiblemente no perdonará tanto como el Levante. Urge, por tanto, mejorar atrás, pero mantener encendida la pólvora lo hará todo más fácil.
Ficha técnica:
2 - Levante: Oier, Pedro López, Pier, Postigo, Luna, Prcic (Vukcevic, m.60), Campaña (Moses Simon, m.72), Roger (Boateng, m.60), Morales y Mayoral.
6 - Sevilla: Vaclík, Jesús Navas, Carriço, Kjaer, Sergi Gómez, Banega (Mesa, m.62), Sarabia (Muriel, m.72), Aleix Vidal, Franco Vázquez, Ben Yedder (Promes, m.62) y André Silva.
Goles: 0-1, m.11: Ben Yedder. 1-1, m.13: Roger Martí. 1-2, m.20: Carriço. 1-3, m.35: Ben Yedder. 1-4, m.45: Ben Yedder. 1-5, m.48: André Silva. 1-6, m.58: Sarabia. 2-6, m.90: Moses Simon.
Árbitro: Cuadra Fernández (Comité balear). Mostró tarjeta amarilla al local Postigo y al visitantes Aleix Vidal
Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada de Liga disputado en el estadio Ciutat de València ante 21.620 espectadores. El partido se detuvo en el minuto 30 y 75 para que los jugadores se hidratasen por la elevada temperatura.