Eibar-Sevilla FC: Los puntos también valen oro en el barro

Eibar-Sevilla FC: Los puntos también valen oro en el barro
- Álvaro Palomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 4 min lectura
Gestas como la del miércoles permanecen en las retinas de los nervionenses y quedan grabadas en el recuerdo, pero, a efectos prácticos, precisan que se les otorgue continuidad para traspasar la frontera del valor anecdótico y evidenciar que no se trata del típico espasmo motivacional que propicia medirse con el Real Madrid. Porque, tras el glamour de este triunfo, el Sevilla se enfrenta a la realidad a la que ya se refirió Machín en el vestuario en plena fiesta, a la realidad de mancharse las manos en el campo de batalla de Ipurua, donde la exigencia se mide en resistir el choque, en el cuerpo a cuerpo de 90 minutos que propone un Eibar tan consciente de sus limitaciones como de sus virtudes. En el campo armero se lucha por cada metro de sus reducidas dimensiones, por cada balón en el cielo y apenas habrá tiempo para pensar, para volverse.

El Sevilla de Montella lo sufrió la temporada pasada, con un sonrojante 5-1, y en el presente curso ya han sucumbido Real Sociedad y Leganés. Razones de más para viajar advertidos de que necesitan la misma intensidad que contra los capitalinos pero también del error que supondría aceptar la batalla en los términos vascos, en dejarse llevar hacia una contienda física de idas y venidas, lo que ocurriría si Machín adaptara su once al fútbol del conjunto armero y no en función de su teórica superioridad técnica.



En este punto, tendría sentido, al margen de que no dispone de muchas más opciones debido a las numerosas ausencias, que recurriera de nuevo a los ‘jugones’ y compusiera una alineación para tomar el control y desafiar con fútbol el empuje del Eibar. Es viable por tanto que repita el equipo utilizado ante el Real Madrid, sin descartar la posibilidad de que apostara por Sarabia en la izquierda -alternativa mencionada ayer por el técnico soriano-, y su lugar lo ocupara Promes, aunque lo más lógico sería que Arana se hiciese fuerte en el flanco siniestro.

También podría retocar la media con la entrada de Roque Mesa por Franco Vázquez para contrarrestar el poderío físico local en la medular, vía que restaría seda y se ajustaría más al partido que desean en Ipurua.

La espectacular reacción sevillista, con tres goleadas consecutivas, invita a continuar con la misma fórmula, por lo que se espera que Pablo Machín insista en los dos puntas para aprovechar su entendimiento y el estado de gracia de Ben Yedder y André Silva, que entre los dos ya suman diez goles en el campeonato liguero y amenazan al Eibar en una guerra muy diferente a la del miércoles pero igualmente importante. Porque los puntos en el barro valen y brillan tanto como los de las noches inolvidables.
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