El
Sevilla ha completado en
Eibar su semana fantástica en LaLiga. Los triunfos sobre el
Levante, el
Real Madrid y el
Eibar han aupado a los de
Machín a puestos de
Liga de Campeones (terceros o cuartos en función de lo que haga el Alavés) y han desatado el caudal ofensivo de los de
Pablo Machín, que en esos tres duelos han logrado doce dianas para elevar la cuenta global a 16.
Después de la sequía de los partidos contra
Villarreal, Betis y Getafe, el equipo nervionense ha desatado un torrente goleador que ha puesto a lo blanquirrojos con la mejor marca en más de 60 años a estas alturas del campeonato. Desde la lejanísima 54/55 (18 goles en siete partidos) no se veían tantos goles en el casillero del Sevilla. Todos los registros que superan al actual corresponden a las décadas de los 40 y 50. La mejor marca es de la 40/41 con 40 dianas, una media de casi seis por choque. Eran otros tiempos. En el siglo XXI, ningún
Sevilla había alcanzado estas cotas. En el siglo XXI, el que más se acerca es el de la 06/07, con Juande en el banquillo y 15 goles a favor.
Los de
Machín promedian una media de 2,2 tantos por choque, que sube a 2,75 contando el 5-1 del partido de la Fase de
Grupos ante el Standard, lo que destierra la idea que se había asentado en esos tres duelos sin goles de que al equipo le faltaba pólvora.
El dato es consolador para
Machín, pero también para
Caparrós. El fichaje de un delantero fue el que más se le atragantó al utrerano, pero finalmente su elección de
André Silva le está saliendo más que rentable. El luso es
Pichichi con siete dianas en
LaLiga y le sigue
Ben Yedder con cuatro, para firmar once de los 17 goles ligueros del equipo sevillista.