La situación de
Carriço en Nervión ha experimentado un vuelco espectacular, porque ha pasado de la lista de transferibles en verano a recuperar el rol protagonista que desempeñaba en el
Sevilla de
Unai Emery. Las lesiones en la retaguardia y su respuesta para solucionar el problema le han transformado en una pieza fundamental en el sistema de
Machín, que no se plantea devolverle al banquillo una vez que
Mercado se encuentre totalmente recuperado.
El portugués ha tomado el bastón de mando y recuperado su mejor nivel, lo que además se refleja de manera contundente en los números del
Sevilla con él sobre el campo. No en vano,
Carriço se erige en una especie de
Rey Midas nervionense, ya que ha convertido en oro todo lo que ha tocado hasta ahora, con un pleno de triunfos en los diez partidos en los que ha participado.
El
Sevilla siempre gana cuando cuenta con él en sus filas, no siendo casualidad que las cuatro victorias consecutivas en
Liga que han aupado al equipo al liderato hayan coincidido con su entrada en el once por el carrusel de ausencias y el bajo rendimiento de
Gnagnon ante el
Getafe.
A partir de ahí,
Carriço no ha soltado la titularidad, con triunfos ante
Levante,
Real Madrid,
Eibar y
Celta, a los que hay que sumar los seis de la
Europa League, tanto de las eliminatorias previas como el primero de la Fase de Grupos. Curiosamente, en el único partido que han perdido los hispalenses desde la caída ante los azulones, en Rusia contra el
Krasnodar, el técnico soriano había dado descanso a
Carriço.
Así, jugó los cruces completos contra
Ujpest y
Zalguiris, la vuelta contra el
Sigma y el choque en casa contra el
Standard. Los números hablan claro:
Carriço ha vuelto a lo grande.