Cree y permite creer. Transmite la sensación de que confía tanto en sí mismo que al final terminará superando la linde de la adversidad, incluso cuando se percibe al límite. Este Sevilla se adapta a cualquier circunstancia. Se crece en la oscuridad. No desiste a sabiendas de que dispone de la esencia propia de los equipos indestructibles.
Machín lo ha diseñado para que sepa sufrir ante equipos como el
Huesca, que prueban la resistencia de su armadura o su capacidad para no perder la paciencia y madurar triunfos de más trascendencia de la que aparentan. Porque el de anoche, con dos tantos anulados incluidos , muestra a un equipo serio, trabajado y de enorme talento llamado a batallar en las alturas por su versatilidad y las garantías que ofrece en cada cita de una forma u otra. En una
Liga tan apretada, cada paso de esta índole, pleno de gol, supone un impulso de ilusión hacia el objetivo y hacia donde puede llevar que, de momento, lo sitúa en el tercer escalón del podio, a dos puntos del Barça.
Los mismos del Camp NouTras las rotaciones contra el Akhisar,
Pablo Machín regresó al 'once de LaLiga' con la entrada de un
Kjaer que se recuperó a tiempo para la cita. La vuelta del danés y el oficio exhibido por
Carriço durante la lesión de
Mercado cerraron de inicio la puerta de la alineación de gala al argentino, en el banquillo junto a Escudero, en una situación similar con Arana en la titularidad.
Por lo demás,
Banega, descansado, ocupó la posición de pivote en la creativa medular sevillista ante un Huesca que cambió su dibujo para reforzar la retaguardia con línea de tres de cara a contrarrestar la presencia de los dos puntas nervionenses y que arrancó muy cohesionado para minimizar los espacios e incomodar la circulación.
Ante esta disposición, el
Sevilla se lo tomó con calma, consciente de que requería paciencia para superar la resistencia oscense. El juego se generaba con apoyos cortos en la sala de máquinas para luego lanzar aperturas, sobre todo hacia la derecha en busca de
Navas, si bien la primera ocasión la propició un robo en la salida visitante, con un disparo de
Franco Vázquez desviado por un defensa. No es ningún secreto que este Sevilla se siente más cómodo con espacios para correr, lo que ocurrió cuando el
Huesca se estiró en ataque o en la presión, rentabilizando los huecos y ahogando al rival con el paso de los minutos.
Este crecimiento hispalense, vertebrado por la tranquilidad, se tradujo en dos tantos, en los minuto 21' y 26', pero el
VAR desbarató la alegría sevillista al cuadrado al señalar fuera de juego, muy justo el segundo, por las posiciones de
Carriço y de
Ben Yedder, asistente en el tanto de
André Silva. No se descompuso el Sevilla pese a esta decepción por partida doble y la lesión de
Kjaer en la acción del gol del defensa e insistió con verticalidad al mismo tiempo que el Huesca trataba de ensuciar el partido con un exceso de faltas, como la ristra que
Semedo le propinó a
André Silva cada vez que recibía sin ser sancionado y que dejó tocado al luso.
Con esta dureza y los continuos parones por el
VAR se alcanzó el descanso con el Sevilla luchando por no desconectarse y perjudicado por el otro fútbol. Se precisaba cabeza fría para que la superioridad se convirtiera en un tercer tanto que sí otorgara ventaja. Y esa fue la consigna en la reanudación, huir de la ansiedad para cercar paso a paso al Huesca, aunque tendría que hacerlo sin
André Silva, incapaz de seguir tras los continuos golpes de Semedo y al que sustituyó
Promes en el 54'. Perdía el Sevilla un hombre referencia en el área, por lo que debería encontrar otras vías además de vigilar las contras rivales, como la que el 'Cucho' marró en posición franca. La réplica la protagonizó Ben Yedder con un remate al segundo palo desviado por
Jovanovic, para que después
Navas se adelantara a su marcador y cabeceara fuera. Al
Sevilla le costaba, distaba de hallarse cómodo en un partido trabado, pero persistió y recibió el premio en la lucha de
Ben Yedder, que llegó a la línea de fondo y sirvió a Sarabia para que derribase el muro azulgrana. 1-0. Celebración con rabia. Y un nuevo escenario en el que los visitantes cedían espacios que los blanquirrojos maximizaron. Así, tuvo el 2-0 en una ocasión inmejorable del
'Mudo', quien, no obstante, no tardó en redimirse, habilitando con un pase mágico a Sarabia, letal, una vez más, delante de
Jovanovic para sentenciar el choque. Premio merecido para un equipo generoso en el esfuerzo, con plena confianza en su propuesta y armado de calidad y recursos suficientes para superar situaciones adversas como de la ayer. Reflejo de que la seda abunda en el mono trabajo de un Sevilla abonado a ganar.
- Ficha técnica:
Sevilla F.C.: Vaclik; Carriço, Kjaer (Mercado, m.23), Sergi Gómez; Jesús Navas, Sarabia, Banega (Roque Mesa, m.90), Franco Vázquez, Arana; Ben Yedder, André Silva (Promes, m.53).
Huesca: Jovanovic; Miramón, Pulido, Semedo, Etxeita, Akapo; Aguilera (Longo, 77), Moi Gómez; Serdar Gürler (Chimy Ávila, m.63), Ferreiro; Cucho Hernández (Gallar, m.82).
Goles: 1-0, M.65: Sarabia.
2-0, M.78: Sarabia.
2-1, M.93: Pulido.
Árbitro: David Medié Jiménez (Comité Catalán). Amonestó a los locales Carriço (m.49+) y Arana (m.61), y a los visitantes Serdar Gürler (m.47+), Miramón (m.60) y Chimy Ávila (m.91).
Incidencias: Partido de la décima jornada de LaLiga Santander, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 33.022 espectadores. Césped en buen estado.