La importancia de dejar el arco a cero

La importancia de dejar el arco a cero
Tomas Vaclik, frente al Villarreal, en LaLiga. - Alejandro Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 4 min lectura
Fue lo primero que destacó Pablo Machín en la sala de prensa de Anoeta, tras haber empatado a cero frente a la Real: “No me ha dado tiempo aún de saborearlo, pero hay que sacar siempre cosas positivas. Una es la puerta a cero, algo que sinceramente llevábamos mucho demandando pese a conseguir victorias. Atrás hemos estado solventes y al final siempre toca recordar las bajas, que se están subsanando. Hoy sin Mercado ni Kjaer atrás, Amadou ha estado bastante correcto”.

Y es que los de Nervión volvían a dejar la portería a cero en LaLiga cinco jornadas después, algo que no conseguían desde el pasado 26 de septiembre, cuando el Sevilla se impuso por tres goles a cero al Real Madrid en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Desde entonces, tres triunfos (Eibar, Celta y Huesca) y una derrota (Barcelona) hasta empatar a cero frente a la Real. Un objetivo que se antojaba necesario en la mente de Pablo Machín, quien ya se había acostumbrado a anotar el mismo borrón en su libreta: la dificultad de su equipo a la hora de intentar dejar la portería a cero, algo que los de Nervión sólo han conseguido en el campeonato doméstico en tres ocasiones en lo que va de temporada: dos empates (Villarreal y Real Sociedad; ambos a cero) y una victoria (Real Madrid, 3-0).

El aspecto, positivo, es aún más destacado si se tiene en cuenta que es la primera vez que los de Machín lo consiguen lejos de Nervión, algo que sólo habían hecho en Copa, frente al Villanovense, y en las rondas previas de la Europa League, frente al Zalgiris (0-5) y el Sigma Olomouc (0-1). Y es que el técnico sevillista se había acostumbrado ya a ver cómo su equipo acababa encajando goles en el último cuarto de hora, siendo los de Nervión, con diferencia, el equipo de Primera división que más goles ha recibido en esa franja de tiempo de los partidos (tiempo añadido al margen); o lo que es lo mismo, a partir del minuto 75. Siete goles de un total de 13 encajados que hacen que casi un 54% de los tantos (53,8%) llegue en el epílogo de los partidos, tal y como reflejan los datos ofrecidos en exclusiva a ESTADIO Deportivo por la cuenta especializada @LaLigaenDirecto.

La estadística, lógicamente, no es casualidad, y se corresponde con una falta de concentración sevillista en el tramo final de los encuentros, especialmente cuando los tiene resueltos o los da por controlados desde mucho antes. Una falta de concentración que por regla general no se ha traducido en pérdida de puntos, siendo el derbi frente al Real Betis Balompié la única cita liguera en la que el gol postrero del rival le acabó costando los tres puntos, marcando Joaquín el 1-0 que le dio la victoria a los de Quique Setién.

Mantener la concentración hasta el silbido final de los partidos, como ocurrió en Anoeta, es algo en lo que Machín viene haciendo mucho hincapié.
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