Jordi Guerrero: "El sistema de Machín es mucho más rico ahora que hace cinco años"

Jordi Guerrero: "El sistema de Machín es mucho más rico ahora que hace cinco años"
Jordi Guerrero da unas instrucciones a Aleix Vidal junto a a Machín. - F.R.
Fernando RuizFernando Ruiz 7 min lectura
Jordi Guerrero es la mano derecha de Pablo Machín. El segundo entrenador del Sevilla se defina como una persona "tranquila por fuera y que disfruta de la vida en todo momento". "Me gusta el deporte, leer, pasear, conocer gente, ciudades... un poco cosmopolita en ese sentido", asegura en una entrevista a la revista Football Club.

Los inicios de Jordi Guerrero fueron en el mundo de la enseñananza, no en vano, se diplomó en Magisterio de educación física. "Trabajé como maestro unos 20 años, creo que una de las virtudes que tiene que tener un buen entrenador es enseñar cómo mejorar a nivel individual y colectivo. Los que estamos aquí, los tres somos profesores. Un entrenador ahora mismo no es sólo saber de fútbol, tienes que dominar el entorno, la psicología colectiva e individual. Saber el tempo de cada cosa, para eso el grupo de trabajo es bueno que no sea homogéneo", admite.

Sin embargo, a Jordi siempre le gustó el fútbol, así que encontró la forma de conjugar ambos mundos, la educación y el balón: "Es una historia muy curiosa. Yo he entrenado siempre porque tenía esa vocación, incluso cuando jugaba me decían los entrenadores que tenía alma de entrenador porque me gustaba dirigir. A los 30 años me saqué el carné y empecé a entrenar a equipos seniors y fui poco a poco escalando hasta aquí. ¡Esto sí que es un sueño de los gordos!".

"Hace ocho años estaba en Tercera catalana y ahora estoy en Primera división. Supongo que tienes que tener la suerte de que alguien confíe en ti, que es lo que me ha pasado, y luego alguna cosa habré hecho bien. Espero seguir mucho tiempo más", relata Jordi, uno de los hombres de confianza, con el que ha llegado al Sevilla este verano: "En un principio Pablo nos dijo que quería venir con su cuerpo técnico al completo, pero no sabíamos si se podría. Estuvimos unos días esperando. No han podido venir todos, pero el fútbol funciona así. Los que estamos en este mundo sabemos que hoy estamos aquí pero no sabemos dónde podemos estar mañana".

Preguntado sobre si cree que el salto al Sevilla les llega en el momento adecuado, el técnico explica: "La verdad es que el tiempo nos lo dirá. Allí (Girona) hicimos un trabajo muy, muy, muy bueno con premios importantes como subir a Primera y hacer la temporada que hicimos. El salto nos vino en un momento muy bueno. El míster está en línea ascendente y nosotros le ayudamos en lo que podemos".

Con Machín llegaron finalmente Jordi Balcells y Carlos Martínez, ademas de Guerrero, algo que en su opinión, ha ayudado mucho a dar a entender el sistema rápidamente a la plantilla: "Ahora mismo en el mundo del fútbol, si no te mueves con un orden de estructura, es muy complicado. Llegas aquí y a los 20 días compites y tienes que enseñar muchas cosas de tu sistema, es mucho más fácil si vienes con tu equipo. Pierdes mucho tiempo si cuando llegas a un equipo nuevo tienes que explicar a los técnicos tu idea y ellos a los jugadores. La ventaja de conocernos es que, con una mirada de cualquiera de nosotros, el resto lo entiende muy bien y eso ayuda mucho. Todo es mucho más fluido".

Ambos técnicos tienen diferentes formas de entender el fútbol, pero con esfuerzo han llegado a un punto de entendimiento para sacar partidos a ambos: "Cuando Pablo vino a Girona, nosotros estábamos en descenso a ocho puntos de la salvación y él vino el primer día y preguntó cómo veíamos al equipo, cómo jugábamos y qué pensábamos cada uno. Luego él explicó cuál era su idea. Cuando trabajamos, Pablo marca la línea y luego yo le digo por aquí o por allí, discutimos y al final se hace lo que él quiere porque es el que manda. Pero yo siempre intento dar mi punto de vista. Yo me he adaptado muy bien a este sistema, pero el que manda es el entrenador. Es un tipo muy cabal y que escucha mucho y atiende mi opinión".

Así, Jordi explica las tareas que el propio Machín confía en él. "Soy un poco comodín. Me encargo del análisis táctico del rival y del propio equipo junto con los analistas. Yo hago un poco la criba y se lo presento al míster y luego discutimos cómo podemos hacer daño. En el campo ayudo en lo que haga falta. Pablo y Jordi son los encargados del entrenamiento, pero yo estoy por si acaso, si hace falta hasta juego", asegura entre bromas Guerrero, que destaca la evolución del fútbol de Machín: "El sistema que empleamos el primer año que vino Pablo ha evolucionado mucho, aunque sea el mismo, pero ha evolucionado porque continuamente están variando matices. El sistema es mucho más rico ahora que hace cinco años".

Por último, el hombre de confianza de Machín analizó el estilo de juego del míster: "Nuestra idea de fútbol es siempre ir a ganar el partido e intentar atacar siempre. Cuando hacemos ejercicios, siempre o casi siempre son para marcar gol y no para defender. Es más fácil defender que atacar. Somos un equipo que siempre intenta ganar los partidos y cuantos más tiros a puerta, mejor. Creo que al final no pienso que haya una manera de jugar al fútbol mejor que otra. Definir el fútbol es muy complicado".
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