Tras 18 jornadas consecutivas en puestos con derecho a Champions, Pablo Machín ha visto este fin de semana como su
Sevilla FC ha bajado de escalón europeo en la clasificación de Primera división, ocupando los puestos con derecho a
Europa League. Una caída sostenida que se ha venido produciendo a lo largo de las últimas fechas, habiendo sumado sólo once puntos de los últimos 36 en juego, siendo nueve las jornadas consecutivas como visitante que lleva sin conocer la victoria; las cuatro últimas, además, con derrotas seguidas.
Es decir, un bajón deportivo en toda regla que, sin embargo, no coge por sorpresa a
Pablo Machín, que ya experimentó algo similar la temporada pasada (su primera en la elite) como técnico del
Girona. Ocupando en la
jornada 16 la séptima plaza de la tabla (que a la postre daría derecho a Europa al Sevilla), inició en ese momento una caída en picado que no le haría volver a los puestos europeos hasta la jornada 27, donde se mantuvo en la séptima posición durante tres jornadas para acabar cayendo definitivamente y finalizar la temporada en la décima posición.
Un patrón de comportamiento que, por ahora, se asemeja fielmente a lo acontecido en
Nervión, siendo también en la jornada 16 la última vez que el
Sevilla ocupó la segunda posición de la tabla (anteriormente llegó a ser líder hasta en tres jornadas: 1, 8 y 13), para ser tercero hasta la 19 y mantenerse en la cuarta posición de la tabla entre la 20 y la 24. Es decir, misma altura de la competición e idéntico bajón deportivo.
Algo, planificado o no, que
Machín intentará seguir emulando, llegando ahora, entonces, la citada remontada que experimentó el curso pasado. Eso sí, tendrá que mantenerla en el tiempo si no quiere que vuelva a sucederle lo mismo y acabe cayendo el equipo de manera definitiva.