El futuro del banquillo sevillista y la continuidad, o no, de
Joaquín Caparrós al frente del mismo es uno de los asuntos que
Monchi tiene entre manos en este inicio de su segunda etapa al frente de la planificación deportiva del
Sevilla FC.
La consecución, o no, de la cuarta plaza con derecho a
Champions y su consecuente continuidad al frente del primer plantel sevillista se antojan clave a la hora de configurar el nuevo
Sevilla, de ahí que el de
San Fernando esté ahora mismo enfrascado con las renovaciones y trabajando de cara a un futuro sin acabar de amarrar nada. El proyecto será el mismo, pero la solvencia para afrontar los fichajes será otra, pues participar en la
Champions o en la
Europa League son, 'grosso modo', 50 millones de euros de diferencia.
"Hay que esperar a final de temporada. Lo que
Monchi estudia es que Joaquín siga transmitiendo lo que quiere para su proyecto futuro, y si lo sigue haciendo, que
Monchi decida", apostilló ayer
José Castro, dejando claro que será el nuevo director deportivo el que tenga la última palabra.
Pese a ello, el sevillismo ya ha hablado y, a tenor de la encuesta realizada por la edición digital de este diario (www.estadiodeportivo.com), la afición tiene claro hoy por hoy que deber ser
Joaquín Caparrós quien se haga frente del equipo el próximo curso. Su 12 de 15 y su triunfo en el derbi lo avalan, según defiende el 56% de los encuestados, siendo el 44% restantes quienes entienden que debería ser otro entrenador el que cogiera las riendas del
Sevilla FC el próximo verano.
Pese a ello, todo apunta a que será
Caparrós quien tenga la última palabra. Si deja al
Sevilla FC cuarto, y en
Champions el próximo curso, difícilmente
Monchi podrá darle el equipo a otro, si realmente el utrerano quiere y se ve con fuerzas para ello. Toca esperar, ya lo dice
Castro.