"Reguilón es explosivo, resistente y por pierna tiene un cañón"

"Reguilón es explosivo, resistente y por pierna tiene un cañón"
Sergio Reguilón, ante Reyes y Coke en el Sevilla-Logroñés. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 7 min lectura
A Sergio Reguilón le ha bastado con un partido para estar en boca de todos los sevillistas. Su partidazo en Cornellà convenció a su nueva afición, que disfrutó con su velocidad, con su resistencia para aguantar los 90 minutos sin dejar de percutir por su carril y que, además, puso su firma al primer gol oficial de los nervionenses esta temporada. No obstante, la exhibición del madrileño no es flor de un día. Quienes le conocen, explican que 'sólo' mostró las cualidades de las que viene haciendo gala durante una carrera que no ha sido especialmente sencilla. Y, en este sentido, pocos le conocen tanto como Juan Carlos Pouso, el entrenador con el que explotó definitivamente en una cesión en el Logroñés, en Segunda B.

El que fuera técnico de Reguilón durante una temporada media entre 2015 y 2017 atendió ayer a 'Radio Marca Sevilla' para desgranar los secretos del futbolista cedido por el Real Madrid y analizar unas características excelentes, pero aún con mucho margen de mejora, ya que está convencido de que “no ha tocado techo, ni muchísimo menos”. “No me sorprende su nivel, para nada, y creo que no debería sorprenderle a nadie, porque ya se vio la temporada que hizo con el Real Madrid. Es un chico que no ha tenido precisamente un camino de rosas, pero ha saltado muchas vallas y ha roto muchas puertas. Nada de lo que le ha llegado ha sido regalado, sino sudado y bien sudado. Es un chico extraordinario a nivel personal, su entorno también, y me alegro mucho de que le vaya fenomenal. Para mí, la sorpresa es que no se haya quedado en el Madrid. El Sevilla es un equipazo y tiene una exigencia tremenda, pero el año pasado ya hizo esto en el Madrid, que se presume que es el mejor equipo del mundo”, manifestó el vasco, quien recordó cómo fue su primera impresión con Reguilón.

“Es un chaval de desarrollo físico tardío. En el juvenil del Madrid no era titular indiscutible ni muchísimo menos. No había Madrid C, no tenía sitio en el Castilla y tenía que salir a buscarse las alubias. Con este tipo de futbolistas, que lleva desde los 8 hasta los 18 años en un club así, no creo en los enchufes, porque los técnicos de esos clubes no son tontos. No suelen quedarse con los malos. Cuando llegan a ese último tamiz antes de pasar al primer equipo, es por algo. Así, en la 15/16 llega cedido al Logroñés en la víspera de un amistoso que teníamos que jugar. Íbamos perdiendo 3-1 cuando él sale y los dos primeros balones que toca son dos cambios de orientación perfectos. En el siguiente, remata al palo... Te das cuenta rápido de que tiene unas condiciones muy buenas”, rememora, antes de adentrarse aún más en sus características.

“En lo ofensivo lo tenía todo y sólo necesitaba mejorar en lo defensivo; pero eso fue hace cuatro años, desde entonces ha mejorado muchísimo y no es ningún semáforo en verde. Ya el año pasado le tocó enfrentarse a algunos de los mejores extremos del mundo. Le comió el espacio a Marcelo, que ha sido muchos años el mejor lateral zurdo del mundo. En lo que se tiene que centrar ahora es en ganar minutos. Le conozco y sé que para él no ha sido un paso atrás ni muchísimo menos. Le conozco bien y sé que él no va a pensar ni un minuto en si va a volver al Madrid, con la humildad que tiene, sé que sólo piensa en el Sevilla”, manifestó, resaltando su compromiso por encima de que su contrato con el club nervionense caduque a final de curso.

Ante el Espanyol, Pouso vio al Reguilón que conoció en Las Gaunas: “Esas virtudes de la resistencia y la velocidad las ha tenido siempre. La carencia física que tenía era de fuerza. Si le ves el primer día que llegó a Logroño, era un niño, con los brazos caídos, muy delgadito... Eso sí, luego le veías entrenar y nunca rehuía los choques. Lo primero que hicimos con él fue cambiarle la alimentación y muscularle. Ha echado hombros, ya tiene unos pectorales en condiciones... y siempre ha sido muy fibroso, así que es explosivo y muy muy resistente”.

Tampoco le sorprendió que marcase un gol, pues en la 16/17, en su segunda cesión en el Logroñés, acabó con la nada despreciable cifra de ocho tantos. “Le pega muy bien a la pelota. A veces jugábamos con tres centrales y tenía todo el carril para él. También jugó en un 1-4-4-2 por delante del lateral. Es polivalente en los puestos de banda, aunque nunca le he visto a pierna cambiada. Con espacios, siempre lo va a hacer bien, porque recorre el campo, tiene calidad para meterse para dentro, se asocia, entiende el juego... Y en esas piernas delgaditas tiene un cañón. Con nosotros, le pegaba a los libres directos y en un partido contra el Athletic B marcó cuatro goles”, explicó un Pouso que reparte méritos en la explosión de Reguilón, incluyendo a una familia que considera clave: “La gema estaba ahí, nosotros sólo tuvimos que pulir, como hicieron antes y después en la cantera del Madrid y como hará ahora el Sevilla, porque todavía no ha tocado techo. De eso estoy convencido. Es un chico muy centrado, muy bien amueblado, bien aconsejado por un entorno familiar humilde que no le va a subir en una nube y tiene una ambición muy grande, que a esa edad es algo muy importante”.
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