El tope salarial aprieta a un Monchi que estudia ponerse duro con los descartes

El tope salarial aprieta a un Monchi que estudia ponerse duro con los descartes
Monchi, siguiendo la rueda de prensa de Lopetegui. - Alejandro Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 6 min lectura
El mercado echará el cierre en Europa el próximo 2 de septiembre, fecha hasta la que el Sevilla FC y Monchi tienen tiempo suficiente para intentar acabar de dar salida a los descartes que aún permanecen en la disciplina sevillista. Es el caso, por un lado, del brasileño Guilherme Arana y el francés Joris Gnagnon, quienes trabajan de manera paralela al resto del grupo, y el danés Simon Kjaer y el catalán Sergi Gómez, quienes, aunque han venido entrenándose con normalidad a lo largo de la pretemporada, tampoco entran en los planes de Lopetegui, quien ya los ha dejado fuera de las convocatorias tanto para el Espanyol como el Granada.

Unas salidas que no acaban de cristalizar y que están costando bastante más de lo esperado en un principio por el de San Fernando, bien porque algunos de los futbolistas no tienen mucho interés en facilitar su adiós o porque, en otros casos, los clubes interesados no disponen de la liquidez necesaria para hacerse cargo de las fichas de los jugadores o afrontar algún tipo de contraprestación en caso de préstamo, como se antoja hoy día la solución más viable para la mayoría.

Unos inconvenientes que el Sevilla FC intenta afrontar en este epílogo de mercado en el que Monchi aún maneja realizar un refuerzo, como mínimo, y en el que, según confirman a ESTADIO Deportivo, está bastante limitado por el límite salarial, lo que le obliga a mostrar la puerta de salida a futbolistas como Kjaer, Arana, Gnagnon o Sergi Gómez, con unas fichas importantes; especialmente el danés, que se encuentra entre los mejores pagados de la plantilla tras venir de Turquía.

Por eso, aseguran fuentes solventes a este diario que el de San Fernando, incluso, no descarta tener que acudir a la vía del finiquito, como ya hiciera en 2014 con futbolistas como Javi Varas o Piotr Trochowski, a quienes acabó rescindiendo de manera unilateral después de no alcanzar ningún tipo de acuerdo con ninguno de ellos, a los que le restaban un año de contrato, y dos, respectivamente.

Mientras que con el de Pino Montano, el asunto acabó en el CMAC (Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación), con el germano se presupuestó (según las propias cifras facilitadas por el club en la junta de accionistas de aquel año) una rescisión de 4'75 millones de euros, que ahí es nada.

Unos movimientos demasiado drásticos que, lógicamente, Monchi intentará evitar repetir este verano, ya que, además, no son precisamente baratos para las arcas del club. Más, si se tiene en cuenta que hay jugadores como Gnagnon, al que le restan cuatro años de contrato todavía. Por ello, las citadas fuentes aseguran a la redacción de este diario que el de San Fernando está estudiando las diversas posibilidades que ahora mismo tiene en la mano para intentar 'obligar' a irse estos descartes, pudiendo llegar a algún tipo de acuerdo que (de no cerrarse un traspaso o cesión) aliviara la masa salarial del club.

Con Arana, en quien se invirtió diez millones de euros y aún se confía poder revertir su situación a medio-largo plazo, todo apunta a que acabará saliendo en préstamo sobre la bocina, haciéndose cargo el Sevilla FC de la menor parte posible de su ficha. Con 'novias' en Italia, el deseo del futbolista es seguir en Europa, habiendo sido ofrecido también a varios clubes de España que, hasta la fecha, no pueden hacerse cargo de su préstamo de forma íntegra, como es el deseo del Sevilla FC.

Más complicado lo tiene el Sevilla FC con Gnagnon y Simon Kjaer, quienes no tienen interés ninguno en cambiar de aires y cuyo entorno filtra que van a luchar por ganarse un puesto a lo largo de la temporada, a pesar de que las evidencias demuestren que no es más que una forma de presioar al club, que no cuenta con ellos, en este final de curso.

Algo parecido ocurre con Sergi Gómez, a quien su condición de español y lo que ello supone para la lista UEFA, le abre una mínima posibilidad de acabar convirtiéndose en el cuarto central. Así lo hacen ver, al menos, desde su círculo, aunque la intención del Sevilla FC, al igual que con el resto, sigue siendo la de encontrarle una salida.

El tiempo, por tanto, corre en contra de un Monchi que no lo tiene sencillo y que requiere de las salidas para encontrar una mayor holgura en lo que a la masa salarial se refiere, habida cuenta de que conseguir liquidez para invertir se entiende, hoy por hoy, muy complicado con los descartes. Ha llegado el momento de comenzar a ponerse duro.
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