Tras un análisis concienzudo de la plantilla, previo al mercado de fichajes,
Monchi detectó que eran muchas las carencias a subsanar. Y entre las prioridades del director deportivo, desde un primer momento, se encontraba la de reforzar el lateral izquierdo.
La nula competencia de
Arana en él último curso y el bajón en el rendimiento de un indiscutible como
Escudero habían dejando al
Sevilla cojo por ese costado. El objetivo era igualar fuerzas con la diestra, donde
Jesús Navas ofrece un gran nivel, y dotar al equipo de desborde por ambos costados, dado que en el 4-3-3 habitual de
Lopetegui los extremos suelen trazar diagonales hacia dentro y los laterales aprovechan esos espacios para convertirse en atacantes, aprovechando también que el pivote, en este caso el brasileño
Fernando, pasa por ser, por momentos, un zaguero más en su ayuda a los centrales.
Había que encontrar, por tanto, un jugador de perfil ofensivo que ni mucho menos se olvidara de ese carácter solidario a la hora de defender que el técnico vasco le pide a todos sus pupilos. Y se puede decir, por lo visto hasta la fecha, que
Monchi ha dado con la tecla.
Los primeros partidos de
Sergio Reguilón con la elástica sevillista han venido confirmar las buenas sensaciones que ya ofreció la campaña pasada con el
Real Madrid, en su estreno en la elite. Sólo un golpe en los primeros compases de la visita al
Granada ha logrado sacarlo del campo, partiendo de titular en las tres jornadas y debutando de manera excepcional, con gol y asistencia ante el
Espanyol.
Pero de entre todas las cualidades del madrileño, una está llamando especialmente la atención: su velocidad. No en vano, puede presumir de ser el sexto futbolista más rápido del campeonato, con una media de 33,53 km/h. Una virtud que une a su resistencia, pues sus galopadas son constantes y parece por momentos incansable.
En este ranking elaborado por
LaLiga, y encabezado por un consumado 'velocista' como
Iñaki Williams, sólo tiene además por delante a
'Chimy' Ávila (Osasuna), los madridistas
Mendy y
Bale, y
Tarín (Leganés).