Monchi: "En este Sevilla no podríamos esperar a un Daniel Alves"

Monchi: "En este Sevilla no podríamos esperar a un Daniel Alves"
Monchi incide en que lo impotante no es tener muchos datos, sino saber interpretarlos. - C. P.
Carlos PérezCarlos Pérez14 min lectura
"Compramos a Dani Alves siendo semidesconocido por 800.000 euros del Bahía y siete años más tarde se lo vendimos al Barcelona por 42 millones de euros", recuerda Monchi en la entrevisrta concedida a El Confidencial. "Si tienes músculo económico como el City, ¿para qué vas a ir a buscar a Daniel Alves? Espero su evolución y después lo compro. Eso, evidentemente, los clubes como el Sevilla no lo podemos hacer, tenemos que adelantarnos", apostilla, reforzando su idea de que modernizar constantemente la secretaría técnica, apoyándose en el 'big data'. 

- El balance del Sevilla en los últimos años es llamativo también en lo económico, todos los equipos de arriba gastan más de lo que ingresan con dos excepciones. El propio Sevilla... y el Villarreal, ¿qué le parece este proyecto?
- Es un club que ha trabajado muy bien en temas de captación y de cantera. ¿Cuál es la diferencia con el Sevilla, qué le ha faltado? El éxito deportivo. Sin eso, cualquier política económica fructífera no tiene un seguimiento ni tiene una aceptación importante, porque se queda una pata coja en esa doble cuenta de resultados que tiene un equipo de fútbol: el del balance económico y el de la clasificación. ¿Por qué el Sevilla ha sido reconocido y utilizado como un ejemplo? Por ese doble éxito, económico pero también deportivo.

- Hubo un análisis interesante en ese sentido con el Arsenal de Wenger en Inglaterra. Durante su última etapa no logró ganar la Premier como al principio, pero demostró unos resultados muy buenos, entrando siempre entre los cuatro primeros, pese a unos recursos moderados y donde además el club siempre daba beneficios. Para mucha gente fueron los mejores años de Wenger.
- Evidentemente, el problema del fútbol es que todo es muy resultadista, pero hay proyectos que van consolidando su futuro en el presente con buenas políticas de venta, de retención de talento, de cantera... y a veces no llaman tanto la atención hasta que dan el resultado, pero no se valoran durante el momento. El del Arsenal es un ejemplo muy bueno, es un club pionero que invirtió en el dato, compró su propia 'app' hace cinco o seis años y la está desarrollando.

P: Y es un club muy parecido al Sevilla en el sentido de que ha vendido bien y al mismo tiempo ha sabido reconstruir equipos compactos una y otra vez.
- Eso es lo más difícil, evidentemente. Cuando se van los buenos y tienes que traer otros por menos dinero del que has vendido. Y ahora la exigencia en el Sevilla ha subido. Nosotros a Daniel Alves lo esperamos un año y medio, no pasaba nada. Ahora no se puede. Llevamos mes y medio de competición y la gente dice 'joé, Koundé no juega...' ¡Y tiene 20 años, misma edad que cuando vino Daniel! Y sin embargo ya no se espera. Y eso en el Sevilla; en el Madrid o el Barcelona la adaptación tiene que ser automática porque si no se empieza a hablar de fracaso.

- ¿Y la cantera? Ahí no hay factor económico pero sí más incertidumbre. ¿Cómo se lucha contra Madrid o Barcelona a ese nivel?
- Ahí sí que estamos intentando hacer estudios de comportamiento en jugadores que han sido exitosos en la cantera, y tenemos muchos ejemplos. Qué hicimos para que Sergio Ramos, Jesús Navas, Reyes, Puerta, Sergio Rico, Luis Alberto, Alberto Moreno o Marchena surgieran, cómo llegaron, qué necesitaron... para intentar buscar un patrón común.

A partir de ahí, lo aplicamos a un universo de jugadores que tenemos en la cantera para saber sobre cuáles tenemos que aplicar más recursos. Tenemos un proyecto ahora mismo de Desarrollo del Talento en el que, a través de ese estudio del dato, hemos seleccionado a 15 jugadores de 15 años para abajo que reúnen factores para ser importantes en un futuro.

- El Sevilla se subió pronto a la revolución del 'big data', pero también es cierto que el fútbol sigue siendo de los deportes más reacios a hacerlo.
- Porque es un comportamiento menos objetivizable. En el baloncesto la cancha es más pequeña, es más individual… o el béisbol, que es el paradigma con 'Moneyball'. El fútbol, al ser un campo más grande y con más gente dentro, es más difícil centrarse en los datos. Si tú dices 'oye, Fulanito tiene un porcentaje de pase acertado de un 60%'. A lo mejor te parece poco, pero si lo miras colectivamente te parece mucho porque el equipo tiene un 50% nada más. Si le das el balón a un compañero y la pierde es difícil que tengas el balón.

- En baloncesto también tienen esta estadística de cómo mejora un equipo cuando un jugador está en la cancha. Pero en fútbol es difícil aún justificar que Luuk De Jong beneficia a un equipo con extremos a pierna cambiada y laterales largos si luego no mete goles.
- Pero en el baloncesto eso se puede medir porque el marcador es muy variable, en fútbol es muy difícil medir eso.

- Los 'scouts' del Midtjylland, equipo danés que se ha caracterizado por basarse en el análisis estadístico y ahora dominan la Superliga de su país, tienen un mantra: "No te fíes de tus ojos", es decir, no te dejes engañar por lo vistoso que sea un futbolista, mira sus números.
- Yo soy incluso más exagerado. Intento que veamos al jugador en distintas situaciones y enfoques de partido. Siempre digo a mi gente que hay que verlo cuando juega de local, de visitante, cuando juega un partido importante, uno fácil. ¿Por qué? Porque si no al final, cuando ya lo tienes firmado, ves que en los partidos importantes se quita de en medio, o juega bien los partidos de casa y no los de fuera. Pues haz una cosa, vete a mirarlo antes y así tienes todos los elementos para tomar una decisión. Eso al final también es un dato. Se trata de dejar el menor margen posible a la improvisación en la toma de decisiones.

- Además del Midtjylland últimamente han salido muchos otros equipos que pregonan mucho ese uso del 'big data' como el Tottenham o el Leicester… ¿hay alguno que le haya llamado especialmente la atención?
- El Barcelona es un equipo muy adelantado, está trabajando muy bien, tiene recursos, capacidad, medios… el Liverpool está trabajando muy bien, mi anterior club, la Roma… pero si lo sitúo aquí en España el pionero en el uso del dato, de la inteligencia artificial, en intentar sacar conclusiones de presente y de futuro para mí es el Barcelona. Tiene de hecho un laboratorio de I+D+i que lleva tiempo trabajando y va un escalón por delante del resto.

- Lo que pasa es que Messi lo tapa todo.
- Sí, porque solamente pensamos en el final, pero todo esto tiene muchas aplicaciones, para prevención de lesiones, para mejorar el rendimiento físico, para el talento joven, análisis y visionado de partido... hay muchas aplicaciones.

- Aparte de Opta, el proveedor de datos, he leído que en el Sevilla usan programas como Wyscout para el visionado, ISF para los flujos de análisis de los ojeadores... pero eso ya lo tienen todos los equipos importantes. ¿Hacia dónde van ahora, ha llegado la hora de que cada club desarrolle su tecnología?
- Wyscout va a seguir siendo necesario porque es una herramienta de visionado de partidos, que es fundamental. En ISF estamos con nuestra propia base de datos donde volcamos nuestra información, ¿pero hacia dónde vamos? A crear nuestra propia 'app' y desarrollar nuestro propio modelo que, alimentado por Opta, Wyscout o ISF, podamos sacar nuestras propias conclusiones.

Lo que yo digo es... ¿por qué voy a tener yo que juzgar a un jugador por lo que otro me dice que es una asistencia? Porque a lo mejor para usted una asistencia es que yo se la doy y usted la mete, pero si usted no la mete no es por mi culpa, yo lo he hecho bien. Entonces deme usted el dato en bruto, no tratado -cada partido genera más de ocho millones de datos en bruto- y déjeme que yo establezca mis propios criterios para definirla. ¿Un centro bueno es aquel que se remata? No, a lo mejor yo he centrado bien pero el delantero no se ha movido bien. Déjeme que yo decida cuáles son las características para cada acción de juego, y en eso vamos a ser distintos porque vamos a poder ajustar mucho más el perfil.

Pase corto es aquel pase que yo doy de forma horizontal a cinco metros, el pase vertical es el que doy en un ángulo de 180º a 20 metros... empezamos a definir todo, y luego con los datos brutos que nos llegan empezamos a medir.

- Hay otras aplicaciones, como 'Match Insight', 'OptimEye' o 'Catapult', que sirven para evitar lesiones, medir el rendimiento... ¿se cuenta con ellas ya a la hora de apostar por un fichaje ‘modesto’ pero que pueda mejorar gracias a estas herramientas?
- A ver, estamos hablando de personas, no de máquinas. Una vez tienes una persona dentro de tu equipo no te puedes parar ahí, tienes que tratar de buscarle el máximo resultado y hacerle un seguimiento exhaustivo a esa evolución.

- Usando la tecnología se reduce el margen de error a la hora de fichar, ¿pero hasta qué punto? Porque al final siempre va a haber un factor humano.
- Margen de error va a existir, pero ganas en tiempo, en recursos y en margen de error. Si tú quieres tener un seguimiento total de los campeonatos que hay en el mundo tienes que tener muchas más personas. Si tú eres capaz de reducir el radio de acción de seguimiento, necesitas menos recursos humanos, menos tiempo y tienes mayor porcentaje de acierto, eso es seguro. Acierto total no existe porque hablamos de personas, que van a tener un comportamiento X en un sitio, las extrapolas a otro sitio y no sabes qué rendimiento van a tener por esa palabra tan usada, que es 'adaptación'. A veces necesitan un tiempo y otras veces no se produce porque la mujer no se ha adaptado, porque al jugador no le gusta el clima o porque el club no le ha dado el cariño necesario y él dice 'aquí no quiero jugar'.

- En 'Moneyball' había una escena en la que se reunía el entrenador con los 'scouts' y éstos, al oír las sugerencias de jugadores guiadas por las estadísticas, protestaban y decían 'bah, ese no vale nada'. ¿En el Sevilla han pasado por este mismo trance, tener que enseñar a los ojeadores a mirar de otra forma?
- No, lo que pasa es que intento que mi grupo de trabajo esté formado por gente de distintos perfiles, que puedan hacer un enfoque del jugador muy plural, meter todo en la coctelera. No me baso en un solo informe sino en la conclusión de muchos.
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