La racha de
diez partidos sin perder, las
tres victorias consecutivas en LaLiga y ocupar la
tercera plaza en la clasificación no han impedido que se haya instalado en la actualidad sevillista un
debate sobre el
estilo de juego del Sevilla, cristalizado en los
pitos de un sector de la grada del
Ramón Sánchez-Pizjuán en el choque contra el
Leganés a pesar de sumar un nuevo triunfo. A
Lopetegui se le reprocha su
conservadurismo y la ausencia de profundidad en ocasiones del equipo, al que aparentemente le cuesta generar ocasiones o hallar espacios en los rivales encerrados como el pepinero.
Una apreciación que genera diversidad de opiniones, porque, al fin y al cabo, no deja de ser subjetiva y en función de los gustos de cada uno más allá de que se pueda acercar a la realidad. Por ello, en estos casos resulta revelador echar un vistazo a
las estadísticas, que, aunque lógicamente excluye a factores importantes no alcanzados por los números, ofrece un
mapa más fiable sobre cómo
enfoca el
Sevilla los partidos y como
actúa sobre el campo.
Lo primero que se constata es el gusto de
Lopetegui por el control del balón a partir de
numerosos pases, lo que se refleja en que es el tercer equipo con
más servicios en corto de LaLiga, con 436 por partido, por detrás de
Barcelona (615) y
Real Madrid (495), si bien en ningún caso se cierra a alternativas, con una cantidad ingente de
desplazamientos en largo, tanto para abrir el campo como saltarse la presión buscando la referencia de De Jong, que le convierten en el conjunto
más prolífico en este apartado con
73 por choque.
En estos guarismos se comprueba también que el
Sevilla percute especialmente por banda a partir de la consigna clara de
generar por dentro para percutir por fuera con carrileros instalados en campo rival. Propuesta que se percibe en la estadística de que sólo filtra dos pases al hueco por duelo mientras que ostenta el
primer puesto en cuanto a
centros al área del campeonato liguero, igualado con el
Eibar a 23.
Además, las cifras
desmienten en cierto modo la sensación de que
crea pocas ocaisones de gol, pues señalan a los nervionenses como el
tercer equipo con mayor índice de remates por encuentro por detrás del
Real Madrid (16,6) y
Villarreal (15), si bien sólo
4,4 por cita van entre los tres palos, bajando un puesto en la tabla en beneficio del Barcelona, que envía a puerta la mitad de sus intentos (5,6 de 11,9). Deja a las claras algo obvio, que la puntería no es el fuerte a día de hoy de este
Sevilla.
Las estadísticas también detectan el
carácter aguerrido de un Sevilla muy sólido, que no rehúye ninguna batalla y que no duda en parar el juego si es necesario. De hecho, sólo
Getafe, líder indiscutible con 18,7, y Alavés, con 17, realizan
más faltas que el Sevilla, que promedia 15 por choque, consecuencia en parte de estar entre los equipos que
más entradas realizan a lo largo de un encuentro con 16,5. Igualmente se erige en el
quinto que menos remates concede, con menos de 10 por choque, propio de un
Sevilla rocoso y casi impenetrable.