Ganso y Marin, entre los 'petardazos' mundiales de la década

Actualmente en el Fluminense, el ex del Sevilla FC Paulo Henrique Ganso tuvo un paso gris por Europa en las filas del club nervionense y el Amiens francés. Apuntaba muy alto, se le veía como uno de los jugadores con más futuro de Brasil y, tanto en el Santos como en el Sao Paulo así parecía confirmarlo, pero se quedó en el camino y, por ello, la ‘Gazzetta dello Sport’ lo ha incluido en una lista de las diez mayores promesas de la década que acabaron fracasando.
Pese a que siempre fue muy querido por la afición, que apreciaban su gran calidad, su ritmo de juego nunca se adaptó al fútbol europeo y acabó regresando a Brasil. Ahora, en el Fluminense, parece haber recuperado su protagonismo, aunque las noticias que han trascendido han tenido que ver más con lo extradeportivo -una pelea con su entrenador y otra con un compañero- que por su juego. Dos goles en 34 partidos es todo lo que ha podido ofrecer. Y su equipo ha quedado sólo tres puestos por encima de las plazas de descenso.
No es el único exsevillista que aparece en esta particular lista, pues también está el alemán Marko Marin, que a sus 30 años milita en el Estrella Roja. Aquí llegó cedido por el Chelsea, donde no se había asentado tras despuntar en el Werder Bremen y jugar el Mundial de Suráfrica. Empezó deslumbrando en el Sevilla pero fue de más a menos y acabó haciendo el ridículo en la final de Turín, donde Emery lo retiró del campo cuando había entrado en el minuto 78 por el malogrado José Antonio Reyes. A partir de ahí su declive fue evidente: Fiorentina, Anderlecht, Trabzonspor, Olympiacos y Estrella Roja fueron sus siguientes destinos. En Belgrado es un ídolo, pero se esperaba más de este futbolista.
Pese a que siempre fue muy querido por la afición, que apreciaban su gran calidad, su ritmo de juego nunca se adaptó al fútbol europeo y acabó regresando a Brasil. Ahora, en el Fluminense, parece haber recuperado su protagonismo, aunque las noticias que han trascendido han tenido que ver más con lo extradeportivo -una pelea con su entrenador y otra con un compañero- que por su juego. Dos goles en 34 partidos es todo lo que ha podido ofrecer. Y su equipo ha quedado sólo tres puestos por encima de las plazas de descenso.
No es el único exsevillista que aparece en esta particular lista, pues también está el alemán Marko Marin, que a sus 30 años milita en el Estrella Roja. Aquí llegó cedido por el Chelsea, donde no se había asentado tras despuntar en el Werder Bremen y jugar el Mundial de Suráfrica. Empezó deslumbrando en el Sevilla pero fue de más a menos y acabó haciendo el ridículo en la final de Turín, donde Emery lo retiró del campo cuando había entrado en el minuto 78 por el malogrado José Antonio Reyes. A partir de ahí su declive fue evidente: Fiorentina, Anderlecht, Trabzonspor, Olympiacos y Estrella Roja fueron sus siguientes destinos. En Belgrado es un ídolo, pero se esperaba más de este futbolista.