La crisis económica mundial derivada de la pandemia del coronavirus marca una ventana estival de
fichajes que se mueve en cifras de otro siglo. Ocho de los 20 clubes de Primera división no han gastado ni un sólo euro hasta la fecha. Mucho más activo está el
Sevilla FC,
que se ha convertido en el Rey del Mercado -tras las contrataciones de Rakitic, Óscar Rodríguez, Acuña, Suso y Bono- y que ha encontrado un
aliado inesperado para poder mantener en nómina a los cotizadísimos
Diego Carlos, Lucas
Ocampos o Jules
Koundé, entre otros.
"En un mercado normal, a lo mejor
habrían llegado ofertas que nos habrían hecho dudar. Afortunadamente, no se ha producido porque todo el mundo está
viendo vídeos pero también
mirando el Excel para la cuenta de resultados.
Hemos sido un poco más ambiciosos que el resto. Hemos sido prácticamente el equipo que más ha invertido. Nos da un poco de margen meternos en Champions", ha señalado el de San Fernando en una charla con el periodista de Canal Sur Fernando Pérez, en el ciclo 'Reencuentros en Cádiz' de la Fundación Cajasol, en la que ha contado detalles de la intrahistoria de su regreso a la entidad el pasado verano,
desde el "difícil momento" tras el fichaje de Lopetegui hasta los mensajes a la mujer de Marcos Acuña, su último refuerzo.
El director general deportivo del Sevilla se congratula de poder
mantener el bloque que se clasificó para la
Champions y conquistó la sexta
Europa League y, además, mejorarlo con varios retoques. Como no puede ser de otro modo y más viendo que de momento las cosas le están saliendo a pedir de boca,
se plantea objetivos que pueden resultar osado a simple vista, aunque deja claro que la primera consigna es la de no despegar nunca los pies de la tierra.
"El Sevilla ha crecido mucho en los últimos años por ser un club ambicioso, pero
no debemos generar frustración. Entre ser ambicioso y generar frustración hay un límite pequeño. Tenemos que
consolidarnos en puestos Champions, consolidarnos ahí arriba", manifestó, preguntado por el debate sobre si esta plantilla puede codearse con el Real Madrid y el Barcelona para luchar por conquistar
LaLiga.
El primer reto de la temporada 2020/2021 tampoco es cualquier cosa. Ni más ni menos que otro título continental, la
Supercopa de Europa del próximo día 24 en Budapest, ante el flamante campeón de la Champions, un
Bayern de Múnich que asustó a todo el planeta cuando zarandeó al Barça de Messi con un espectacular 2-8, una rotunda goleada de las que se recuerdan durante siglos.
"Hay muchos retos.
Cuando vas subiendo peldaños caerte es lo más fácil. Subir más escalones cada vez es más complicado. Se requiere trabajo, dedicación e implicación. Ayer pensaba que hacía
un mes de la final de Colonia y en estos 25 días me he cabreado un montón de veces. Soy así, disfruto poco porque siempre tengo cosas que mejorar. Lo primero que se me vino a la mente después de ganar la Europa League es que hay que trabajar para ganar la Supercopa.
No es una pose, es una realidad porque, al final, te tienes que poner
objetivos para encontrar la motivación".