Munir El Haddadi es el ejemplo gráfico del
'Nunca se rinde' en el vestuario del
Sevilla FC. Su historia, desde que llegó al club nervionense en enero de 2019, ha seguido un irregular recorrido de dientes de sierra. Por momentos importantes, a ratos desaparecido, de nuevo trascendental... Sea quien sea el entrenador y el rol que tenga a bien asignarle,
su actitud es siempre igual de intachable. Por eso, el atacante se muestra
ambicioso a la hora de echar cuentas en este apasionante final de LaLiga y agradecido a un club que ha hecho posible que cumpla su sueño de jugar con
Marruecos.
El Sevilla FC afronta una
semana atípica, con un día más de preparación al no tener que jugar hasta el lunes, cuando visitará Balaídos para enfrentarse al
RC Celta. "Se hace raro después de estar jugando cada tres días, pero también nos da para recuperar. Tenemos una plantilla muy amplia con buenos profesionales y estamos trabajando para
conseguir el objetivo e intentar ganar lo máximo posible". "Cuando restan tan pocos partidos a veces se hace cuesta arriba, pero
queda lo más bonito para el club, para el equipo y para nuestra gente", ha manifestado Munir en una entrevista concedida a los medios del club nervionense.
"Nosotros
competimos para nosotros mismos, para nuestra gente, para el club, para
estar lo más arriba posible. Es un orgullo pertenecer a esta familia. La gente vive mucho el fútbol aquí y nos apoya fuera, eso es lo importante", ha señalado sobre el discurso ambicioso de una plantilla que mira el tercer puesto una vez que ha mullido un confortable
colchón de 12 puntos sobre el quinto: "Nosotros no tenemos que mirar los puntos. Los que vienen por detrás se juegan la vida. Tenemos que ser ambiciosos y
ganar los nueve partidos que quedan si es posible.
Es difícil también alcanzar a los de arriba, pero no dejaremos de pelear. Son nueve finales por las que vamos a luchar".
"Ya sabemos cómo es
LaLiga, en la que cada partido es muy complicado, ganando incluso en los últimos minutos ante equipos que no te van a regalar nada", ha remarcado Munir, quien afronta la visita a Vigo con el deseo de tener minutos y de
"poder marcarle" de nuevo al Celta, como ya hizo en la primera vuelta: "Esperamos cumplir los objetivos, que es lo principal para el club y para nuestra gente, que aunque no estén en el campo sentimos que están detrás de la televisión".
El atacante nervionense ha admitido que es una
decepción no poder optar a ganar un título esta temporada, pero considera que a esta recta final de curso no le faltan alicientes: "Es una pena, por todo lo que hemos luchado para estar ahí. Hemos hecho las cosas bien, pero el fútbol a veces no te da lo que te tiene que dar y te deja ese
mal sabor de boca; pero
afrontamos el final como lo último que queda de la temporada, algo que te hace estar
siempre activo y enchufados pensando en el siguiente partido".
Agradecido al Sevilla por ayudarle a cumplir un sueño
Munir aprovecha este día extra que tiene el Sevilla FC por jugar el lunes, después de no haber tenido vacaciones al recibir la
llamada de la selección, cumpliendo así su gran deseo y celebrándolo con un tanto frente a Burundi. "La primera vez que fui y me dijeron que no, lo daba todo por perdido, pero
la esperanza es lo último que se pierde y me llamaron con mucha ilusión para defender a Marruecos. Iba muy ilusionado y al principio se pasa mal, seguí intentándolo por todos los medios y gracias al presidente y a todos pude cumplir el sueño".
En Marruecos, además, se siente como en el vestuario del Sánchez-Pizjuán: "Fue muy importante para mí la coincidencia con
Bono y En-Nesyri, que me han ayudado mucho y se lo tengo que agradecer". La presencia de los tres (
y del cedido Idrissi) "hace incluso que
desde el país se vea al Sevilla como un gran club". "Siempre me acogieron con los brazos abiertos, conocía a muchos compañeros que jugaron aquí y pude disfrutar. Tenía muchas ganas de reivindicarme y ha ido muy bien", señala, sobre el 'trampolín' de Nervión.
Munir ha explicado que dedicó el gol anotado ante Burundi
a su familia y a todos los marroquíes y destacó también el efecto positivo que tiene para él de cara a esta recta final de temporada: "Es complicado que se dé el que haya tres de un mismo equipo. España, Francia... en Marruecos es más complicado y me alegro.
Ir a la selección te da mucha confianza,
haber podido jugar, meter gol y tener muchos minutos".