El
tercer gol de Erik Lamela en su espectacular rol de revulsivo y de sorpredente
Pichichi, dio el triunfo al
Sevilla FC ante un rocoso
Getafe CF y situó como líder de LaLiga -empatado a seis puntos con el Atlético de Madrid- a un equipo que sufrió muchísimo para reaccionar a la
pegajosa batalla táctica que le propuso el cuadro azulón en el Coliseum.
La línea de tres centrales será recurrente este curso, pero esta vez el técnico del Sevilla FC
recuperó la defensa de cuatro para volver a formar con
Fernando de bisagra, abrir el campo con Navas y Acuña y
acumular muchos jugones por dentro con Jordán, Suso, Papu y Óscar. Todos con mucha libertad para moverse y asociarse, pero
sin encontrar la fluidez ni la profundidad deseadas ante la sólida red tejida por el cuadro azul en el centro del campo.
En la segunda mitad, el técnico
buscó más frescura arriba con Lamela e Idrissi y acabó con Rafa Mir y En-Nesyri arriba. No paró de buscar la manera de romper la efectiva red que tejió Míchel y, aunque sólo había logrado generar peligro por medio de sus centrales y a balón parado, acabó encontrando el
premio a su insistencia sobre la bocina con el tanto del argentino tras una
gran acción del debutante.
.