Carlos Alcaraz ajusta cuentas con Novak Djokovic

El tenista español sigue sin perder un set en el US Open y alcanza la final a lo grande y ante su verdugo en el Open de Australia

Carlos Alcaraz ajusta cuentas con Novak Djokovic
Carlos Alcaraz gana a Novak Djokovic en el US open - @usopen

Hacía nueve meses que Carlos Alcaraz no se enfrentaba a Novak Djokovic. De aquel Open de Australia, el tenista español salió con muchas dudas, que le pasaron factura en los tres siguientes meses, pero desde entonces es incontenible. Sólo dos derrotas desde el Master 1.000 de Miami y tres finales de Gran Slam pueden certificar que estamos ante un jugador de época. Sólo Sinner parece hacerle sombra y, previsiblemente, sea con el que se vea el próximo domingo en la final del US Open después de haber vapuleado en tres sets a un Novak Djokovic que sólo se vio con opciones de plantar cara al español en el segundo set. Tras perder éste, el partido acabó.

El resultado 6-4, 7-6(4) y 6-2 sólo sirve para certificar que estamos ante el mejor Alcaraz de toda la historia. No ha perdido un set en todo el torneo y está jugando a un nivel estratosférico. Con el público, por momentos, tratando de levantar a un Djokovic que parecía muy vivo, el español sacó a relucir, su saque, su templanza y esa madurez impropia de su edad. Y cuando en eso eres capaz de igualar a alguien con la calidad del serbio, el resto es coser y cantar. Los 16 años de diferencia entre uno y otro se notan en el físico.

Carlos Alcaraz ya no da tregua en los inicios de los partidos. Como su gran ídolo, Rafa Nadal, empieza avasallando y ya en el primer juego lo sufrió Djokovic. Fue un juego clave, ya que la ruptura de Alcaraz fue la única en todo el primer set. A punto estuvo el español de irse 3-0 al primer descanso, pero el serbio es 'perro viejo', sigue jugando a un nivel altísimo y tiene un saque del que se habla poco, pero con el que ha dominado el circuito muchos años. Y eso le salvó.

Este Alcaraz es voraz desde el principio

El set tuvo poca historia más allá de algunos puntos espectaculares de un Alcaraz que, pese a no tener buenos porcentajes con su primer saque, no sufrió en ninguno de ellos y pudo ganarlo por 6-4.

El segundo fue otra historia. Ahí se resolvió el partido. Y ahí demostró el español lo que ha crecido mentalmente. Djokovic logró romper en su primera y única bola de 'break' en todo el eucuentro. Se fue 3-0 al descanso. Se veía a Alcaraz descolocado por primera vez en el torneo. Pero fue un lapsus. Tras el descanso, volvió y cuando se fue a sentar otra vez había recuperado su saque perdido.

No volvería a tener el serbio ninguna opción más para desequilibrar el set. Tampoco Alcaraz, pese a que presionó en alguna otra ocasión el saque de su rival. Estaba abocado a resolverse en el 'tie break'. Ahí, Alcaraz tomó pronto ventaja, pero en medio de puntos increíbles y de quiebres continuos se llegó a un 5-4 que auguraba un final diferente al que tuvo y que fue favorable, otra vez, para el español (7-4).

Ahí acabó el choque. Djokovic pidió atención del fisio, pero el problema no era ya físico, sino mental. El serbio no se veía aguantando tres horas más ante un Alcaraz que iba a más conforme pasaban los juegos. En un deporte tan mental como éste, eso es letal. Poco a poco, el campeón de 24 Grand Slam fue bajando los brazos, mientras Alcaraz mantenía su nivel. El resultado fueron dos 'breaks' para el español y un nuevo set, que sería el definitivo. Ya espera a otra vez a Sinner... o a Auger-Aliassime.