Carlos Alcaraz arrasa a Jannik Sinner para volver a reinar en el US Open

Calificar un torneo como el mejor de la vida de Carlos Alcaraz es algo sumamente difícil, sin embargo y aunque sea una sobrerreación, el US Open de 2025 puede entrar de lleno a esa lista. Y es que el murciano ha dado una absoluta clase magistral de tenis desde la primera ronda, coronando su obra en la gran final, donde ha arrasado a su archirrival, Jannik Sinner, en cuatro sets, pero con una sensación de superioridad muy pocas veces vista entre ambos. Menos de dos horas y media de duelo le han servido para poner su nombre por segunda vez en el trofeo del último Grand Slam del año, certificando así el 6º grande de su carrera. Además, con doble premio, pues le sirve para superar al italiano y ser el nuevo número 1 del mundo.

Un inicio fulgurante

La lluvia que había caído sobre Nueva York en las horas previas a la gran final obligó a que el techo de la Arthur Ashe estuviera cerrado, lo que sobre el papel podía beneficiar al transalpino, pero nada más lejos de la realidad. Desde la primera bola el murciano parecía tener un punto más que su rival, tanto que comenzó con una rotura. A partir de ahí lejos de igualarse la distancia se amplió. Carlitos estaba muy cómodo en pista y su nivel distaba mucho del de un Sinner irregular, tanto que otra rotura puso el 6-2, dando el primer set al español.

La historia pudo repetirse en el segundo, pero esta vez en el juego inicial Alcaraz desaprovechó sus bolas de break, dando alas a Sinner que creció exponencialmente. Tanto que fue él el que rompió en la primera ocasión en que pudo hacerlo, lo que levantó su moral e igualó la contienda. Sin embargo, fue un espejismo, porque el tercer set le dio la puntilla. Alcaraz volvió a ser el del inicio y muy pronto estaba por delante con no una, si no dos quiebres, lo que al final le permitió poner un 6-1 que dejaba poco a la imaginación. Ahora quedaba lo más difícil para el de El Palmar, cerrar el partido.

Definiendo a lo grande

El nivel de Alcaraz es el mejor de los últimos años en pista rápida, pero ante Sinner eso puede no ser suficiente, así que relajarse no era una opción. Salió a la cuarta manga con todo y casi inicia rompiendo, pero no fue capaz. De hecho tuvo que apretarse los machos para aumentar la efectividad con los primeros, algo que consiguió y fue clave a partir de ahí. Y es que en el quinto juego, al saque del de San Cándido, llegó la rotura. A partir de ahí todo dependía de él y no falló. A la tercera oportunidad y con un brutal 'ace', al puro estilo de los grandes campeones, certificó el 6-4 y con él, el torneo.

El sexto Grand Slam de su carrera a los 22 años, poniendo más distancias sobre su gran rival y demostrando que cuando está bien, es el mejor. Al menos así lo va a reflejar desde mañana el ranking mundial, en el que su nombre aparecerá en primera posición dos años después.