Desquicia a Carlos Alcaraz y presume de ello

Aunque oficialmente, la temporada acabó con la Copa Davis de Málaga, en estos días se suceden torneos y enfrentamientos que, en algunos casos, sirven de colofón al año y, por otro, ya están sirviendo de pretemporada a los tenistas que más tiempo llevaban parados.

En este caso, al igual que Alcaraz, Tiafoe o Shelton se han enfrentado esta semana en Estados Unidos, en Londres se está jugando un novedoso torneo, el Ultimate Tennis Showdown, donde los tenistas no ganan por juegos sino por puntos y con un tiempo límite. Cada partido consta de cuatro cuartos de ocho minutos cada uno. Y, en caso de empate, un tiempo de desempate. El cronómetro se detiene cada vez que cambian de pista.

Hay importantes premios económicos y eso ha hecho que tenistas de primer nivel participen este año en él, entre ellos, algunos Top-10. El torneo se divide en dos grupos de cuarto, el primero formado por Andrey Rublev, Ugo Humbert, Gael Monfils y Thanasi Kokkinakis y, el segundo, por Alex De Miñaur, Alexander Bublik, Holger Rune y Denis Shapovalov.

Ugo Humbert acaba el año muy fuerte

Ugo Humbert arrancó con victoria ante Kokkinakis y mostró su cara más ambiciosa después de acabar la temporada jugando la final del Master 1.000 de París-Bercy tras derrotar a Carlos Alcaraz en octavos de final. Era la tercera vez que se enfrentaban desde que lo hicieran por primera vez en julio, en esa misma ronda de Wimbledon, cuando el francés se las hizo 'pasar canutas' al murciano.

El tenista galo, referente ahora mismo del tenis francés, tiene los pies en el suelo, pero ya se ve para competir con los mejores. “Sigo siendo el mismo, no ha cambiado nada. Simplemente tuve una gran semana y ya está. Me he demostrado a mí mismo que podía vencer a los mejores del mundo, que era capaz de aspirar a este tipo de títulos", avisa 'El Comandante' en una entrevista con Tennis Majors.

Humbert parecía tener claro el camino a seguir y sus resultados este año le han llevado al mejor ránking de su carrera (13 del mundo). Le falta un último empujón que podría llegar en el mes de enero, cuando defiende la segunda ronda del ATP250 de Brisbane y la tercera ronda del Open de Australia. "Ya estaba convencido de ello -de que podía ganar a los de arriba-. Estos también son pasos que hay que dar. Significa que voy por el buen camino, que lo que estoy haciendo desde hace dos años es lo correcto. No me presiono. Simplemente, intento hacer las cosas bien, entrenar duro con regularidad y, luego, llegan resultados como éste. No me ha sorprendido”, se enorgullecía el joven tenista galo.

El tenista galo cambia su planteamiento

“Mi objetivo es darlo todo cada día. Es lo que me dije a mí mismo al final de la temporada", añade Ugo Humbert, que tiene claro que no puede pensar más allá del día a día. "En cuanto me fijaba objetivos de ranking y de resultados... eso me presionó y no jugué necesariamente bien. Me frustraba. En los últimos dos o tres meses he cambiado esa forma de pensar. Me digo: 'lo das todo en cada golpe, das lo mejor de ti, te comprometes y no tiene sentido reprocharse nada'", afirma sobre su momento actual.

El parisino tiene claro que hace daño y, como pudo comprobar Alcaraz en Wimbledon, es capaz de desesperar a cualquiera y sacarlo del partido. "Habrá sorpresas buenas porque entreno bien, hago las cosas bien, juego bien a tenis y tengo un juego que molesta porque soy muy agresivo. También soy zurdo. Si hago las cosas con naturalidad, habrá sorpresas agradables", añadía Ugo Humbert.