Hace nueve meses que se retiró Roger Federer, el primer tenista hombre que llegó a conseguir 20 Grand Slam, un hito que luego igualaron y superaron tanto Rafa Nadal (22) como Novak Djokovic (23). El suizo se mantiene bastante alejado de la vida tenística, pero ha sido homenajeado en Halle, el torneo de hierba alemán que se está jugando estos días y que él ganó en diez ocasiones.
Quizá la hierba era la superficie en la que mejor se defendía (ganó ocho Wimbledon), aunque siempre fue un tenista muy completo, salvo en tierra, superficie en la que sufría más y sobre todo lo hacía si estaba enfrente Nadal. El mallorquín le privó, como a todos, de tener un mejor currículo en Roland Garros. Un torneo que solo pudo ganar una vez (2009).
Ahora ya retirado y desde la tranquilidad que le da estar alejado del tenis Roger Federer ha dado una entrevista a Tagesanzeiger. En ella, le preguntaron por si consideraba a Novak Djokovic el mejor tenista de todos los tiempos. El serbio consiguió hace unos días en París su Grand Slam número 23, un hito que no ha alcanzado ningún otro tenista.
"No lo tengo claro. ¿Qué es mejor, ganar Wimbledon teniendo 17 años como Boris Becker o ganar en París a los 36 como Novak? No lo sé. Lo que ha conseguido es gigantesco, absolutamente. Podría ser suficiente, pero creo que mientras Rafa siga jugando todavía no puedes responder a esa pregunta de forma definitiva", aclaró el suizo.
Roger Federer confía en la vuelta de su gran rival en las pistas y gran amigo fuera de ellas a buen nivel. Ya se sabe que Rafa Nadal no podrá jugar hasta el mes de diciembre, como muy pronto, y que la próxima temporada podría ser la última de su carrera. Además, el próximo curso será muy selectivo a la hora de elegir los torneos que jugar. Tiene la idea de ir a aquellos de los que le gustaría despedirse por la historia que han marcado en su carrera.
Nadal tiene 22 Grand Slam y Roger Federer, 20. Novak Djokovic es el gran favorito para ganar en Wimbledon y podría sumar sobre la hierba londinense su vigésimo cuarto Grand Slam en solo unos días. Una distancia que podría ser insalvable para el español cuando regrese a las pistas. Algo que importa poco a Federer, que confía en su vuelta a gran nivel. De ahí que no valore aún reconocer al serbio como el mejor tenista de la historia.