Medvedev, solo ante el abismo
El ruso pierde a su técnico de siempre tras otro episodio bochornoso en Flushing Meadows

La relación entre Daniil Medvedev y Gilles Cervara ha llegado a su fin. El propio técnico galo lo anunció en redes sociales, agradeciendo los años compartidos y reconociendo que el US Open había marcado el punto definitivo para la ruptura. “Nuestra fantástica aventura de ocho temporadas juntos llega a su fin. Estoy agradecido y feliz por todas las experiencias que pudimos vivir. Quedará grabado en mi memoria para siempre”, escribió en Instagram.
El anuncio coincidió con la enésima polémica del ruso, que volvió a mostrar una actitud fuera de control en su debut en Nueva York. Medvedev hizo gestos obscenos, se encaró con el árbitro, paró el partido durante varios minutos y acabó destrozando su raqueta contra el suelo. La sanción no tardó en llegar: 42.500 dólares de multa, una de las más elevadas que contempla el reglamento por conducta antideportiva y abuso de material.

Un final anunciado
Aunque el desenlace sorprende por el momento en que se produce, Medvedev ya había dejado pistas meses atrás. Durante su paso por el Mutua Madrid Open reconoció que la única razón que le llevaría a romper con Cervara sería entrar en pánico o caer fuera del top-20. Hoy, a los 29 años y tras haber sido número uno del mundo, el ruso se encuentra lejos de sus mejores días. Ha perdido tres posiciones en el ranking y lleva más de dos años sin conquistar un título importante.
Consecuencias inmediatas
Las secuelas de este desplome no se han hecho esperar. Medvedev se ha quedado fuera del equipo europeo de la Laver Cup, que se disputará en San Francisco, y tampoco estará en la segunda edición del millonario Six Kings Slam de Riad. Una doble ausencia que refleja su delicada situación deportiva y personal.
Desde distintos sectores del tenis se apunta incluso a que el ruso necesita ayuda psicológica para reconducir su carrera. Su comportamiento en pista preocupa tanto como sus resultados, y ni siquiera el apoyo de su agente en IMG, Oliver van Lindonk, parece suficiente para frenar la caída.
Un futuro incierto
Medvedev afronta ahora un escenario desconocido: sin su entrenador de toda la vida y con una imagen deteriorada. Su carácter volcánico, que en su día le ayudó a conquistar la cima del ranking ATP, se ha convertido en su mayor enemigo. Recuperar la estabilidad será clave para volver a competir con los mejores, aunque el camino parece más complicado que nunca.