Musetti pone la directa a las Finals y Zverev salva un mal día en Viena
Lorenzo Musetti ha comenzado con una gran victoria en el ATP 500 de Bruselas, donde Alexander Zverev lo ha pasado muy mal para estrenarse ganando

El ATP 500 de Viena es uno de los últimos torneos del curso y por eso mismo puede ser clave para lo que nos espera en las ATP Finals, pues de lo que pase en la capital austriaca dependen buena parte de las cosas que pasen en Turín. Especialmente en lo que se refiere a los participantes, ya que el 8º jugador que cierre el evento se va a decidir entre esta semana y la que viene en el Masters 1000 de París-Bercy. El que cierra la lista es Lorenzo Musetti, que lo puede afianzar aquí, aunque tiene cerca a un Felix Auger-Aliassime muy inspirado, pero por ahora ha empezado con buen pie.
El de Carrara tenía, en principio, un debut peligroso ante Stefanos Tsitsipas, sin embargo, el ateniense salió tocado del Six Kings Slam, por lo que ha optado por darse de baja a última hora. Con esto su nuevo rival era el serbio Hamad Medjedovic, un 'lucky loser' al que una pista tan rápida como esta le podía venir muy bien. Sin embargo, una vez que ha comenzado el duelo, se han disipados las dudas. Musetti ha dominado desde la primera bola, con mucha solvencia manejando desde el saque y apretando al resto.
Así ha llegado una rotura clave en el primer set, una situación muy similar a la del segundo, lo que al final le ha permitido cerrar el duelo por 6-4 y 6-3, demostrando solvencia, comodidad y sobre todo, logrando unos buenos puntos que le viene muy bien para sumar, a la espera de lo que haga Aliassime en Basilea.
Zverev sabe sufrir
El que no lo ha pasado tan bien ha sido el segundo cabeza de serie, Alexander Zverev. El número 3 del mundo tenía un estreno peliagudo ante el británico Jacob Fearnley, un rival peleón que se agarra a la pista, y lo ha demostrado, llevando al límite al hamburgués. No tanto en el primer parcial, donde una rotura de Sasha le ha dado una ventaja que ha sabido manejar, hasta cerrar cómodamente por 6-4. Sin embargo, la segunda ha sido otra historia, consiguiendo el británico darle la vuelta con un tremendo 6-1.

Todo quedaba para el tercer set, donde la balanza estaba más igualada de lo que se podía imaginar, e incluso decantada hacia el lado de un Fearnley crecido. Sin embargo, lo que ha reinado ha sido la igualdad, con los dos sacando a la perfección, lo que ha permitido llegar a un 'tiebreak' con todo abierto. Y en él Zverev ha tirado de seguridad, sacando bien, limitando errores y cerrando el partido para asegurar el paso a los octavos de final con nocturnidad y alevosía.