Nada vale contra Sinner

Jannik Sinner también también sabe sufrir y lo ha demostrado en los cuartos de final del Master 1000 de Montecarlo, donde ha superado en tres sets a un Holger Rune que ha hecho uso de todos sus trucos y aún así no ha podido con el italiano

Nada vale contra Sinner
Jannik Sinner en su partido de cuartos de final del Master 1000 de Montecarlo ante Holger Rune - @ROLEXMCMASTERS
Francisco SalasFrancisco Salas 5 min lectura

Jannik Sinner también sabe ganar sufriendo y mucho, ya que hoy tenía enfrente a un tenista capaz de lo mejor y de lo peor como Holger Rune, que le ha puesto contra las cuerdas hasta que su físico le ha abandonado. El danés ha hecho uso de todas sus artimañas, tanto en la pista como fuera de ella para llevar al extremo al campeón del Open de Australia, que ha dominado gran parte del partido, pero le hemos visto dudar en los instantes clave, hasta el punto de haber perdonado dos puntos de partido en el segundo set, pero ha sabido reponerse para llevarse el triunfo y ponerse a un paso de la final de este Master 1000 de Montecarlo.

Desde el primer punto se vio que este no era un partido cualquiera, no solo porque Sinner sea sin mucha discusión el mejor del circuito en este momento, si no porque Rune llegaba muy fino, y así lo demostró en el primer juego, que ganó cómodamente, casi igual de cómodo que se lo devolvió el italiano. Y así estuvieron hasta el cuarto juego, cuando el danés tuvo una bola de break que no pudo aprovechar, y lo pagó caro, porque en el quinto Sinner demostró porque es el mejor restador que hay ahora mismo en la ATP, y consiguió romper a la primera. Con esta ventaja ya se dedicó a controlar el juego, marcar su ritmo y no dar la más mínima opción a su rival con el saque para cerrar con 6 a 4.

La segunda manga fue similar, con el italiano siempre dominando, ante un Rune al que el físico le empezaba a jugar malas pasadas, algo normal después del palizón de ayer, en el que jugó dos sets contra Nagal y luego una batalla contra Dimitrov. Cada saque suyo era una oportunidad para su rival, pero lo más sorprendente llegó en el quinto, cuando tuvo un 0-40 a favor Sinner, y lo levantó Rune. Pero no se quedó contento, porque el undécimo juego, con 5-5 a favor, el partido estalló. Cuando mandaba Sinner por 0 a 30, su rival recibió un 'warning' por tardar mucho en sacar, y otro porque el público se le echó encima y empezó a hacer gestos. Tras esto paró el juego y pidió la entrada del supervisor, pero tras la llegada del mandamás, este le convenció para volver. Y con todo el jaleo perdió el punto. Otras tres bolas de quiebre, y otra vez que el cabeza de serie número 7 las levantaba.

Tras esto llegó el empate a 6 a 6, y el tiebreak, donde los saques iban a ser capitanes. Los primeros siete puntos fueron para el jugador que servía, y no fue hasta el octavo cuando Sinner consiguió un minibreak, que acabó con dos bolas de partido, y ahí apareció la magia escandinava. Primero un golpazo y luego un gran saque para poner la igualdad, que él mismo se encargó de romper para conseguir los dos siguientes puntos y llevar el partido al tercero.

Al tercer parcial llegó visiblemente cansado el de Gentofte, que aún así iba sacando los juegos al saque, acortando los puntos lo máximo posible, mientras que al resto poco podía hacer ante los cañonazos de Jannik, aunque en el quinto tuvo que salvar una bola de break. Ese fue el último buen momento de Rune en todo el duelo, ya que el físico le abandonó y concedió un break en el octavo juego, en el que cometió dos errores no forzados y concedió una doble falta, que dejó en bandeja el partido a su rival, que no perdonó para cerrar con un 6-3. Ahora el número 2 tendrá un reto muy complicado en la figura del campeón de 2021 y 2022, Stefanos Tsitsipas, con el que luchará por un puesto en la gran final del domingo.

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