Naomi Osaka ve la luz tres años después

Naomi Osaka está cuajando su mejor torneo de los últimos años en Montreal y va a volver tres temporadas después a una final de WTA 1000, donde se va a medir a la gran promesa del tenis femenino, Victoria Mboko

Naomi Osaka ve la luz tres años después
Naomi Osaka en el WTA 1000 de Montreal 2025 - Cordon Press

Es complicado pensar en el pasado reciente del tenis sin detenerse en la figura de Naomi Osaka. La nipona ha sido una de las grandes estrellas de la WTA y durante varios años la comandó con solvencia. Todo ello a base de ganar en pista rápida y sufrir en hierba y arcilla. Eso le servía y así llegó a ser un icono, algo que sigue siendo, pues es de los mayores proyectos de Nike y pese a estar en un momento bajo, siguió ganando por publicidad a la altura de las mejores. Pero el talento seguía ahí, ya que después de un periodo complicado tras ser madre, donde las lesiones y los problemas varios la lastraron, está volviendo.

Ya avisó en diferente tramos de la temporada, jugando partidos importantes y haciendo sufrir a jugadoras de la parte alta del ranking, sin embargo, ahora que se acerca su momento favorito del curso, el US Open, ha emergido en el WTA 1000 de Canadá, en Montreal. Osaka ha conseguido ir un paso más allá y no solo ser una bonita historia de redención, si no que está en la final, la primera que juega de un torneo de estas características desde que Iga Swiatek le ganara en Miami 2022. Ahora tendrá una rival semi desconocida, pero que está cuajando unas semanas de escándalo, la local Victoria Mboko, de apenas 18 años.

Un torbellino en Montreal

Osaka no tiene freno y se ha servido de su juego, así como de las sorpresas de su lado del cuadro, para llegar a estas instancias. A la postre, en las semifinales tenía enfrente a Clara Tauson, verdugo de varias top tens como Iga Swiatek o Madison Keys, pero que contra ella no pudo ni acercarse a su nivel. Tirando de potencia, un saque descomunal y uno de los mejores reveses del tenis mundial, sin adjetivos de género, doblegó a la danesa, que no supo por donde le venían los golpes, hasta terminar cediendo en dos sets, por 6-2 y 7-6. En el segundo parcial hubo más guerra, pero la asiática supo descoserla pronto.

Más allá de lo que pase en la final, donde es favorita, sobre todo porque su rival se pueda ver superada por la presión, algo a lo que ella está más acostumbrada, la realidad es que el salto que va a dar será muy grande, tanto como que ya está entre las 24 mejores de la WTA -empezó el torneo la 49- y si consigue la victoria ascendería al puesto 21.