Análisis del Málaga-Betis

El lado bueno de la insistencia

Álvaro PalomoÁlvaro Palomo
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El lado bueno de la insistencia
- Álvaro Palomo
La insistencia en un estilo adquiere sentido cuando se trabaja de manera que se aprecien mejorías notorias, que se corrijan los errores y se profundice en conceptos básicos para que lo propuesto funcione. Contra el Atlético de Madrid ya se atisbaron progresos, pero no los suficientes para desarmar a un rival tan hermético y efectivo como los colchoneros, y ayer, contra un Málaga infinitamente menos consistente, se contempló a un Betis con las ideas claras con el balón en los pies, sobre todo, cuando superaba la línea de medios.

Gestionó sus posesiones con mayor pragmatismo, asumiendo quizás más riesgos de los que debería en campo propio, aunque menos que en citas anteriores. La sorprendente presencia de Amat como pivote elevó la figura de Fabián, consciente de la necesidad de responsabilizarse de la salida mientras su compañero se afanaba más en la resta y tendía, como era su obligación, a no complicarse con el esférico.

El palaciego la buscaba atrás, y halló caminos para conectar con la segunda línea, si bien, al principio, el Betis se encontró más cómodo con espacios. Las aperturas a banda se imponían al abuso del toque, con transiciones rápidas, superioridades en los carriles y filtraciones con Joaquín moviéndose entre líneas para conectar con un Sergio León activo en los desmarques. Virtudes a las que se sumó la ansiada llegada de Camarasa, autor del 0-2, rentabilizando una vez más las galopadas de Barragán. Menos fiable se mostró sin la pelota, especialmente, a balón parado, si bien pronto empezó a defender con control y excelente administración del ritmo de juego.
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