Un respiro para el Real Madrid
Este verano, el Real Madrid ha incorporado a seis refuerzos, pero también ha evitado un fichaje millonario que podía convertirse en un serio riesgo
El verano de Vasilije Micic terminó antes de lo esperado. Serbia, gran favorita para colgarse el oro en el EuroBasket de Riga, cayó eliminada en octavos de final contra Finlandia (86-92). La derrota supuso un golpe para su selección y para un Micic que nunca encontró su forma física en el torneo. Muy lejos de la versión que brilló en el Anadolu Efes, donde fue dos veces MVP de la Final Four de la Euroliga, el serbio dejó más dudas que certezas.
Su aventura en la NBA tampoco ayudó a volver a recuperar su prestigio. Tras dar el salto a Oklahoma City Thunder, su impacto fue mínimo, fue traspasado a los Charlotte Hornets, tuvo más minutos aunque con un rol muy lejos del que podría tener en Europa y, por último tuvo una etapa muy breve en los Phoenix Suns, lo que lo precipitó a su regreso a Europa. El jugador ha optado por volver a su "zona de confort": la Euroliga, donde demostró ser uno de los bases más dominantes de la última década.
Nuevo destino: el Hapoel Tel Aviv
El elegido ha sido el Hapoel Tel Aviv, equipo israelí que disputará la Euroliga tras ganar la EuroCup y que dirige Dimitrios Itoudis, dos veces campeón de Europa. El propio Micic lo confirmó en el podcast de Edin Avdic: "Es la decisión más importante de mi vida relacionada con el baloncesto. Quería establecerme en algún lugar, encontrar paz interior. Las experiencias con los intercambios fueron desagradables y quería seguridad".
El jugador relató también cómo se gestó su regreso: "Muchos clubes eran escépticos, pero yo quería ser paciente. El traspaso desde Charlotte me dio unos 15 días más para relajarme; ahí comenzaron las presiones de los equipos europeos".
El interés del Madrid y su apuesta fallida
Micic reconoció que hubo cuatro clubes que pujarían fuerte por sus servicios: Real Madrid, Hapoel, Fenerbahce y Olympiacos. Incluso el Estrella Roja llegó a tantearle, aunque no podía ofrecer el contrato que buscaba. Panathinaikos, pese a su buena relación con Ataman, nunca llegó a entrar en la carrera.
En el caso del Real Madrid, la entidad blanca puso sobre la mesa una oferta de dos años y 8,5 millones brutos, una cifra alta para un jugador que no atraviesa su mejor momento. Con su fichaje ya cerrado por el Hapoel, en el club merengue respiran tranquilos: se ahorran una inversión millonaria por un talento que, aunque indudable, parece lejos de su versión más dominante.