Willy Hernangómez responde al finiquito del Barça

El Barça filtró hace semanas la incorporación Toko Shengelia de cara a la próxima temporada para tratar de ilusionar a una afición algo decaída tras dos años sin títulos -a la espera de ver qué pueden hacer en la Liga ACB- y después de ver cómo la inversión había caído en picado desde que se decidió dar salida a Mirotic y a Jasikevicius, principalmente, y cambiar el proyecto.

Ahora que el técnico lituano se ha proclamado campeón de la Euroliga con el Fenerbahçe, además, con un exjugador de esa época en el Barça como MVP, las miradas se centran aún más en una sección que, año a año, no hace nada más que recortar su presupuesto y que, en plena vorágine del mercado, no está en la pelea de ninguno de los nombres por los que ahora mismo están pujando los clubes punteros de la Euroliga (Micic, Valanciunas, TJ Shorts, Mirotic, Maledon...).

Gran parte de la 'culpa' la tiene uno de los jugadores mejor pagados, un Willy Hernangómez al que han tratado de convencer 'por las malas' para que se vaya, pero han visto que al final, los que perdían así eran ellos, pues el pívot madrileño es ahora mismo el mejor interior que tienen sin lesionar en la plantilla.

El protagonismo de Willy Hernangómez crece

Willy Hernangómez se ha hecho un hueco a partir de la eliminatoria con el AS Mónaco y ya está participando de forma asidua en las rotaciones, algo que no se veía en otros momentos de la temporada.

La presión del Barça llegaba acompañada de una oferta con la que esperaban convencer al jugador. Según publica Mundo Deportivo, el equipo blaugrana pretendía llegar a un acuerdo para abonarle a Willy Hernangómez los 2,4 millones netos que le quedarían por cobrar la próxima temporada. Y, así, ahorrarse otro tanto, que es lo que debe pagar por impuestos por este sueldo. El acuerdo no ha tenido lugar, pero Willy ha contraatacado y le habría ofertado al Barça convertirse en un jugador más asequible, con un contrato de un millón de euros netos, pero asentado en el proyecto, ya que está pidiendo a cambio una ampliación del contrato que acaba en 2026 por cuatro años más, es decir, hasta 2030.

La pelota está encima de la mesa y la única duda está en si el Barça quiere hipotecarse para tan largo periodo, ya que la oferta de Willy es más que asumible y le permitiría disponer de tres millones 'limpios' del próximo año para lo que quiera hacer, ya sea fichar o ajustar su presupuesto.

El futuro de Abrines, en el aire

Aparte de Willy, el otro tema candente en Barcelona es relativo a su capitán, un Alex Abrines que también tiene una de las fichas más altas y que, para Joan Peñarroya, no cuenta como contaba para técnicos anteriores. 'Lobezno' se quejaba del cambio de rol que ha experimentado tras la lesión de Laprovittola y que le ha perjudicado claramente. "En un partido me pueden llegar cuatro tiros solo al contraataque y, al siguiente, puede que no tenga ninguno. Es difícil mantener la confianza si tiras mucho un día y al siguiente nada. Cuesta coger ritmo de anotación cuando estás dos o tres partidos en los que no te llega la bola o fallas el único tiro que lanzas...", se quejaba Abrines, que también daba un toque a la directiva que no habrá sentado nada bien. El balear, como Willy, tiene un año más de contrato y, al igual que el madrileño, tampoco se quiere marchar.