Anthony Edwards da un baño de realidad a Stephen Curry

La NBA son momentos y este parece sonreír con todo a Minnesota Timberwolves. Si en primera ronda batieron casi sin despeinarse a los Lakers, ahora los de Minneapolis están enfrentando a unos Warriors debilitados por la lesión de Stephen Curry. El base acabó llorando en el vestuario tras el primer partido y ahora, pese a que se multiplique el dolor, Anthony Edwards le ha dado un baño de realidad.

Conocida la lesión exacta de la estrella de los Warriors, quien ha sufrido una distensión en los isquiotibiales, se da por hecho que no podría estar listo para volver a la acción al menos hasta el sexto o séptimo partido de la eliminatoria de semifinales de Conferencia Oeste ante Minnesota. ¿Qué ocurre? Que puede que para entonces ya esté eliminado.

Anoche, en el Game 2 de la serie, los chicos de Chris Finch pasaron por encima de Golden State. En el primer cuarto rompieron el partido con un parcial de 29-15 y desde entonces fue un auténtico paseo hasta el 117-93 con el que se cerró el encuentro. Es solo una derrota y ahora toca jugar dos veces en San Francisco, pero la sensación es que la distancia entre los equipos sin Curry en pista es inmensa. Pese a ello, Steve Kerr señala que no pueden rendirse y que deben encontrar un nuevo camino hacia la victoria.

"Habíamos encontrado una fórmula en los últimos meses que nos estaba funcionando muy bien, pero sin 'Steph' esa fórmula ya no sirve y tenemos que encontrar una nueva", sentencia el head coach de los Warriors.

El propósito de Kerr está muy bien, pero llevarlo a la práctica es otra historia. Anoche fueron 20 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 3 robos de Anthony Edwards, 23 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias de Julius Randle y, lo que es más preocupante para los intereses de los californianos, una sensación eterna de que Minnesota es bastante mejor que ellos en todas las facetas del juego si Curry no está en la pelea.

La despedida más triste para Stephen Curry

Tras todo un año peleando, batir a los Rockets en siete partidos y recuperar la ilusión por competir por los mejores, es duro y triste enfrentarse a la realidad de que puedas quedar eliminado sin estar siquiera sobre el parqué luchando junto a sus compañeros. Justo ese es el horizonte que presenta Anthony Edwards a un Stephen Curry que nos estaba regalando uno de sus últimos bailes en playoffs.