LeBron James pierde su sitio y los Lakers se lavan las manos
El Rey comienza la campaña 2025-26 de la NBA lesionado y sin tener nada claro hacia dónde se dirige su carrera
La situación de LeBron James en Los Angeles Lakers casi podría definirse como de Guerra Fría. Desde verano ha existido un tira y afloja entre las partes que se terminó resolviendo con El Rey ejerciendo su opción de jugador para continuar vistiendo de oro y púrpura durante la campaña 2025-26 de la NBA. Todo parecía solucionado, pero ni mucho menos, ya que el jugador de 40 años ha perdido su sitio y la franquicia californiana se ha lavado las manos. Lo explicamos.
Hablar de LeBron es hacerlo de la gran voz de la NBA, de esa pieza de la que todos querían ser amigo y que marcaba la agenda de toda la competición en general, pero sobre todo de los equipos por los que pasaba en particular. Pues bien, ese punto de dominio ha saltado por los aires.
Desde que los Lakers se hicieron con Luka Doncic la sensación fue que la franquicia cambiaba de manos. A modo de traspaso de poder, todas las informaciones giraban en torno a cómo debían rodear los angelinos al esloveno, mientras que LeBron quedaba en un segundo plano desconocido para él.
Quizás sintiendo esa presión por tener su habitual sitio, por perderlo, rápidamente sacó los pies del tiesto al recalcar que pese a hacer efectiva una player option de 52,6 millones de dólares su continuidad dependía de que realmente montasen un equipo para poder ganar. ¿Qué contestó la gerencia? Nada.
Los meses de verano fueron pasando, llegaron un par de fichajes –Marcus Smart y DeAndre Ayton– y todo parecía estar en calma mientras los rumores de traspaso se iban apagando. Sin embargo, y tras no tener respuesta la primera vez, un LeBron lesionado y sin fecha para volver se señalaba nuevamente al ombligo recalcando que estaría observando desde fuera para ver cómo de competitivo es el equipo y decidir sobre su futuro...
Los Lakers, entre el respeto y el adiós
Escuchar a LeBron en esa línea tan fatalista a semanas de comenzar la competición fue extraño, pero ello no ha hecho salir a los Lakers de su papel de 'respetuoso ignorante'. Los de California saben que no pueden dar el paso de buscar la salida del Rey, pero de igual modo hubiesen estado encantados de que el cuatro veces ganador de la Liga hubiese renunciado a su opción de jugador.

¿Qué va a ocurrir? Nada. Aunque LeBron quisiese salir en algún momento de aquí al mes de febrero, encontrar un socio comercial sería casi un milagro, ya que hablamos de igualar 52 'kilos' cuando apenas podrías disfrutar de un James que está a punto de despedirse de su carrera profesional sobre las canchas. Ha perdido su sitio y no lo va a recuperar.