La nueva liga NBA en Europa, rechazada
La NBA está decidida a continuar con su expansión y ahora a puesto sus ojos en Europa, donde desea dar forma a una nueva competición con la colaboración de la FIBA


Los grandes cambios nunca son sencillos y rara vez provocan consenso entre las partes involucradas. Por ello, no sorprende que la nueva competición que la NBA desea iniciar en Europa bajo su marca –y con la FIBA como principal socio– haya sido rechazada de manera tajante en sus primeros pasos, si es que se puede hablar en esos términos cuando no está claro el número de equipos, el sistema de competición ni si participarían clubes existentes o se daría forma a nuevas franquicias. Sí, las dudas superan en estos momentos con creces a las certezas.
En esa línea, y semanas después de que el propio comisionado de la NBA, Adam Silver, anunciase el inicio del camino para que una competición análoga se instaura en el Viejo Continente, no sorprende que el consejero delegado de la Euroliga, Paulius Motiejunas, haya asegurado que crear "otra liga en Europa es una idea terrible", en clara referencia a los planes de expansión proyectados por la NBA con la FIBA como principal apoyo.
Para ser exactos, FIBA y NBA anunciaron a finales de marzo la creación de una Liga Europea con –en principio– dieciséis equipos participantes, lo cual supone un enorme desafío para la Euroliga, que desde hace muchos años organiza una competición de las mismas características en el continente europeo.
Ha sido a través de Eurohoops, portal referencia en lo que a baloncesto europeo se refiere, el que ha hablado con Motiejunas para que este expresase su total rechazo al mencionado proyecto. "La Euroliga está preparada y abierta para cualquier escenario. Nuestro propósito es fortalecer la Euroliga y encontrar los socios adecuados. Si alguien quiere contribuir, será bienvenido", comenta, sin cerrarse plenamente a ser ellos quienes colaboren con la NBA.
En todo caso, Motiejunas, que hace dos años sustituyó en el cargo al español Jordi Bertomeu, no considera que una nueva competición pudiera beneficiar al baloncesto europeo. "Se habla mucho de nuevos mercados e inversiones, pero no de cómo se preservarían las aficiones existentes, su cultura, el estilo europeo o el desarrollo de talento local", comenta antes de insistir en lo poco adecuado de que el desembarco de la NBA se diese del modo anunciado.
"Crear un nuevo campeonato no funcionaría porque confundiría a los aficionados, fragmentaría oportunidades comerciales y dispersaría el talento. Eso sería malo para la NBA y la FIBA", analiza.
Un mayor número de equipos en la Euroliga
También ha hablado sobre una futura de expansión de la Euroliga (de 16 a 20 equipos), una decisión que se tomará pronto, porque la expansión es inevitable, aunque no ha concretado cuándo será; tal y como explica el propio Motiejunas.
"Hay un gran interés de equipos con proyectos sólidos, y debemos analizar el impacto en el calendario y la competitividad. No podemos ignorar las oportunidades. Son planes en los que llevamos años trabajando", subraya para explicar que en caso alguno es una respuesta a lo que desea hacer la NBA.