Claroscuros en el presente de Cristian Tello

Claroscuros en el presente de Cristian Tello
Cristian Tello, durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva Luis de Sol. - Rafa Cala
Rafa CalaRafa Cala 4 min lectura
La llegada de Cristian Tello al Real Betis Balompié fue ilusionante para el beticismo. Era un fichaje complicado, caro, con aristas y que se enquistaba por momentos. Por entonces, Lorenzo Serra Ferrer llevaba escasos días al frente de la dirección deportiva, pero con un golpe de timón se hizo con los servicios de un futbolista eléctrico, de desborde, con uno contra uno, algo de lo que carecía el primer plantel verdiblanco, y por un precio muy modesto para lo que últimamente se está moviendo en el mercado -4 millones de euros-.

Su incorporación fue un punto de inflexión. Era el tercer refuerzo, después de los de Sergio León y Camarasa, y la afición del Benito Villamarín ojeaba la posibilidad de tener un equipo de campanillas, con el que aspirar a objetivos muy importantes, dejando así atrás estos últimos cursos futbolísticos que no han cumplido sus expectativas.

Todo parecía rodado para el sabadellense. Fue recibido como una estrella. Su pasado, sus fotos de niño, vestido de verdiblanco en el ya mítico Estadio de Sarriá y en el Camp Nou en visitas del Real Betis a la novena provincia le dieron la simpatía de los seguidores béticos. Se convirtió en el nuevo ídolo.

Entonces comenzó la pretemporada, de la mejor manera posible y con las expectativas muy altas, pero no siempre todo sale como uno quiere. El catalán sufrió una lesión nada más iniciarse la concentración en Montecastillo. Un esguince en su tobillo derecho de grado I-II, que, en principio, sólo iba a tenerle fuera de combate durante una semana lo ha dejado noqueado, puesto que se ha ido complicando con el paso del tiempo. Tanto, que aún no ha podido debutar, ni siquiera, en uno de los múltiples encuentros amistosos béticos. Ni siquiera ha podido entrenar a pleno rendimiento ni junto al resto de sus compañeros. No fue un simple esguince. Se dañó los ligamentos de la sindesmosis, y con ello se fue al traste cualquier posibilidad de realizar una pretemporada normal. Cumplidos los peores augurios, el extremo ha visto como, ahora, se ha quedado fuera de la concentración en Italia, donde se jugarán con los dos últimos choques de verano, despidiéndose así de estrenarse.

Un verano que empezó con muchas luces finalizó oscuro, pero el calvario se puede dejar atrás próximamente, puesto que Cristian Tello sigue trabajando duro en su recuperación con un único objetivo: Estar en el Camp Nou y demostrar que está preparado para jugar y mantener, así, la ilusión que su fichaje despertó en la afición bética.

Lesión grave
En el comienzo de la concentración en Montecastillo, en Jerez de la Frontera, Tello sufrió una lesión que al principio no parecía de mucha magnitud. Un esguince en su tobillo derecho, de grado I-II, parecía que lo tendría fuera de juego por sólo una semana, pero el tiempo pasó y no había mejoría hasta que se descubrió que padecía una dolencia en los ligamentos de la sindemosis, una estructura básica en la estabilidad de la articulación que ha retrasado su recuperación, que ha hecho más lento el proceso, y que ha impedido ver a Cristian Tello durante este verano.
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