El futuro de
Jesé Rodríguez parece teñirse de color verdiblanco. Al menos, ésa es la intención del
Betis, que estaba esperando un guiño del propio atacante, tanto en el terreno de juego como fuera de él, para estudiar su continuidad más allá del 30 de junio, cuando expira la cesión concertada con el
PSG. Todas las partes aclararon que no existe una opción de compra, una traba que, como apuntó en su presentación el '10', se podría subsanar si él mismo y el
Betis coincidían en el interés de seguir vinculados durante más tiempo.
Sea como fuere, '
Marca' desvelaba esta semana que, cuando la temporada expire, está prevista una reunión entre los dirigentes hispalenses y sus homólogos parisinos para tratar la continuidad de
Jesé, bien a través de una nueva cesión o, preferiblemente, abonando un traspaso por una cantidad moderada.
El ex de
Las Palmas, Real Madrid y Stoke City habría dado su visto bueno a la operación, ya que, en estas pocas semanas en la capital sevillana, se encuentra tremendamente feliz, muy motivado y muy identificado con su nuevo club y el proyecto de crecimiento paulatino que ha trazado. Es consciente de que sus emolumentos se escapan a las posibilidades actuales del
Betis, por lo que tendría que ajustarlos, compensándole con más años de contrato.
La buena relación entre clubes es evidente, si bien
Al-Khelaïfi ya ha aprendido la lección de
Lo Celso -lo va a tener que soltar por 25 millones en total, cuando su valor de mercado y su momento de forma apuntan casi al doble- y, dado que pagó ese mismo montante por
Jesé en 2016, querrá recuperar parte de la inversión. Con contrato hasta 2021, lo que pudiera perdonar el canario ayudaría a su salida. El
Betis sólo abona ahora 400.000 euros de su sueldo, pero sabe que tendrá que apuntar más alto.