Lorenzo Serra Ferrer y el resto de la comisión deportiva trabajan sobre el modelo de planificación de la presente temporada para tratar de perfeccionarlo con la inyección económica extra que supondría repetir en competiciones europeas, dado que ya es un hecho que el presupuesto se incrementaría casi al mismo nivel que las expectativas y objetivos del equipo. La idea sigue siendo la de conservar la columna vertebral de la plantilla, asumiendo alguna venta por una cantidad fuera de mercado (J
unior, Camarasa, Canales, Lo Celso), pero minimizando a ser posible la merma de efectivos determinantes para edificar sobre bases sólidas el nuevo proyecto.
En el capítulo de incorporaciones, el equilibrio de gasto volverá a ser crucial, con el ejemplo de nuevo de la 2018/2019, donde se combinaron en perfecta posología inversiones fuertes por
William Carvalho (16 millones de euros por ahora) y
Lainez (14 en la ventana invernal), sobre todo, aparte de los 3,5 kilos por
Sidnei (los tres oportunidades de mercado evidentes) y los seis que desembolsará por
Emerson, con movimientos oportunos en el proceloso mar del coste cero, del que arribaron los internacionales de nuevo cuño
Pau López y Canales, así como
Inui y Joel.
De cara al ejercicio venidero, ya se han fijado las carencias principales del plantel, determinándose que habrá que realizar apuestar importantes en lo deportivo y en lo económico por un par de delanteros que marquen diferencias, esfuerzo que exige atinar de nuevo con las adquisiciones de futbolistas que queden libres o que puedan venir a préstamo (mejor con opción de compra) para reforzar las otras posiciones necesitadas. En este último apartado, desde la planta noble del
Benito Villamarín se trabaja ya a destajo para repetir el éxito del último verano, intentando que las cuentas cuadren y esquivar a la competencia por los de más cartel.
Según ha podido saber
ESTADIO Deportivo, Serra no arroja la toalla por Héctor Herrera (28), que no renovará por el
Oporto y abandonará
Do Dragao después de seis temporadas como albiazul. Y eso pese a que en los mentideros balompédicos se da por hecho un acuerdo del mediocentro con el
Atlético de Madrid hasta 2024, que no estaría rubricado pero sí apalabrado, por lo que los rectores verdiblancos tratan de que entre en juego la colonia mexicana en Heliópolis (
Guardado atrajo a
Lainez y, ahora, ambos podrían ejercer el efecto llamada para 'HH') en la operación de persuasión al de
Tijuana, con una tasación de 22 millones de euros en la web especializada 'Transfermarkt' y unas exigencias económicas importantes.
Por dentro, el
Betis continúa negociando también con
Nemanja Radoja (26), si bien las posturas en la última toma de contacto entre el vicepresidente deportivo y los agentes del pivote serbio estaban lejanas. Declarado en rebeldía por el
Celta al negarse a renovar, tampoco quieren volverse locos en la
Avenida de La Palmera por un futbolista interesante para acompañar a
Carvalho en el eje del centro del campo, pero del que preocupa su prolongado ostracismo (sin minutos desde hace diez meses) y su reciente historial de lesiones (cuatro de consideración desde 2015 a la actualidad).
En lo que se refiere a la defensa, se espera alguna salida entre los actuales centrales o los que ejercen como tales, por lo que el
Betis está atento a aquéllos que pudieran ponerse a tiro y que aúnen experiencia, salida de balón y conocimiento de LaLiga. El primero en la lista de preferencias es
Víctor Ruiz (30), cuyo contrato expirará en junio y no tiene intención de permanecer en
Villarreal. Con ofertas del extranjero, sobre todo, valora seriamente el sondeo por parte de los verdiblancos, todavía en fase embrionaria.
Y no sólo en parcelas interiores busca refuerzos a coste cero el cuadro heliopolitano. Así, se han producido acercamientos con el entorno de
Yacine Brahimi (29), otro que, como
Héctor Herrera, no seguirá en un Oporto del que es capitán general (once goles y siete asistencias en 2.713 minutos, repartidos en 39 partidos). Libre pero con jugosas propuestas de diferentes ligas, el habilidoso extremo franco-argelino conoce de boca de su compatriota
Mandi las ventajas del proyecto de las trece barras.