El arma de creación (no de destrucción) masiva

El arma de creación (no de destrucción) masiva
Sergio Canales, uno de los principales argumentos creativos del Betis. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
"La jugada puede acabar en Neuer... Pues no, ha acabado en golazo. Porque, cuando juegas para atrás, también estás provocando al rival (para) que salga; y el ritmo en la circulación no siempre debe ser alto, debe ser el adecuado. Por cierto, ¡qué bueno es Reus!", escribía esta semana el segundo entrenador del Betis, Eder Sarabia, para alabar la acción que precedió al 2-3 definitivo de la Alemania de Löw ante Holanda, valedero para la fase de clasificación para la Eurocopa de 2020.

Un guiño a Quique Setién y a su estilo, así como un palo a sus detractores. Entre líneas, el vizcaíno venía a pregonar la validez de la filosofía impuesta por el cuerpo técnico que integra en el Betis y que, lógicamente, se puede materializar mejor en el terreno de juego, más fácilmente con futbolistas de mayor caché, calidad y experiencia -esto es ya interpretación del firmante-.

Sea como fuere, las estadísticas sitúan a los verdiblancos en un Olimpo inalcanzable para otros, aunque también desnudan las carencias (sobre todo anotadoras) de un equipo que, al menos, ha sentado las bases de lo que quiere llegar a ser y, en algunas ocasiones (Camp Nou, San Siro, medio partido en Rennes), ha mostrado de lo que es capaz. El Betis de Setién se está convirtiendo en un arma de creación masiva, aunque dista todavía mucho de ser el arma de destrucción masiva que querrían sus aficionados.

No en vano, el heliopolitano es el único conjunto español que ha sido capaz de superar en un partido al Barcelona esta temporada en posesión y número de pases completados. Así, pese al indiscutible 1-4 final, los anfitriones dejaron a los de Valverde en un ínfimo 44% en dominio del esférico (56% del Betis) y en unas escuetas 462 combinaciones (por las 582 verdiblancas).

Algo que sólo había podido rozar el Tottenham en Champions League, cuando empató (1-1) en el Camp Nou con un 51,2% de posesión. Contabilizando sólo LaLiga, el registro más bajo de los culés estaba en el 51,3% en que le dejó el Real Madrid en el reciente duelo en el Bernabéu (51,5% el Celta en la Ciudad Condal, con más mérito si cabe todavía).

El Betis, quinta escuadra de los cinco grandes torneos europeos en promedio de posesión (sólo por detrás de Manchester City, Bayern de Múnich, Chelsea y los catalanes), es la segunda de Primera, con un 60,2%, por el 60,8% del Barça. Además, sólo los de Setién pueden discutir a azulgranas y madridistas el podio en otros apartados, como el de precisión en el pase (87,1%), número de combinaciones por partido (578,6) y cantidad de asociaciones en corto acertadas (473,7). Unas cifras prometedoras en lo que se refiere a la generación que, no obstante, contrastan con las relativas a la finalización.

Muy a su pesar, el Betis es únicamente el décimo de LaLiga en goles a favor (32) y el quinto por la cola en tiros por partido (11,1), circunstancia que explica, en cierta forma, que un conjunto con tamaño dominio de sus compromisos esté fuera de los puestos europeos. Con más descanso entre semana ahora, esperan que el rendimiento se dispare.
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