Polémicas interesadas aparte, el futuro inmediato de
Diego Lainez ocupa y preocupa en verdiblanco. Fuera de la citación ayer, en gran parte por su tardío regreso (junto a su compatriota
Andrés Guardado) de los encuentros con su selección, desde
México recelan por la teórica falta de oportunidades que está concediendo a la 'perla' del
América un
Quique Setién que sólo le ha brindado 22 minutos en el mes que ahora expira, si bien el propio interesado justificaba, en parte, su ostracismo a su llegada a San Diego y recordaba que son ya 416' como bético en menos de tres meses con el escudo de las trece barras en el pecho.
Ahora, al atacante de
Villahermosa le restan nueve jornadas de
LaLiga para encontrar un epílogo más grato en
Heliópolis, aunque lo que ocurrirá tras el fin de curso resulta igualmente importante para las partes. De hecho, quizás a cada una (Lainez, el Betis como institución y Setién) le interese algo distinto en verano, siempre con todos los matices del mundo.
Es previsible que el seleccionador mexicano sub 20 le conceda más galones y minutos en el
Mundial de la categoría que el
'Tata' Martino en la
Copa de Oro con los mayores, aunque participar con los de su edad le privaría de vacaciones y de la gira posLiga de finales de mayo, de la que es uno de los grandes atractivos, junto a
Guardado.
Así, la
XXII Copa Mundial de Fútbol sub 20, que se disputa en Polonia del 23 de mayo al 15 de junio próximos, se pisa con
los amistosos contra D.C. United (22-M) y Chattanooga F.C. (25-M), amén del probable en Panamá la semana siguiente, tras el acuerdo de colaboración con el Sporting San Miguelito.
A la institución, lógicamente, le interesaría más que se decantaran en
México por contar con Lainez para la
XV Copa de Oro de la Concacaf, que arranca el 15 de junio y que se prolongará hasta el 7 de julio de 2019, en la semana que suele arrancar la pretemporada de los equipos españoles... si no hay clasificación para competiciones europeas que obligue a disputar previas y, por ende, adelantar la vuelta al trabajo.
Entonces, de no renunciar
Diego a sus vacaciones, ingresaría tarde a su nuevo equipo y partiría en desventaja para Setién.