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Imade, la perla que se le escapó al Betis

Imade, la perla que se le escapó al Betis
La nigeriana Edna Imade, con su nueva elástica, la de un Málaga con el que aspira a subir a Primera. - Gracia Ávila
Gracia ÁvilaGracia Ávila 4 min lectura
Edna Imade nació en Nigeria hace 19 años. Comenzó a golpear un balón con apenas 6, cuando nadie se imaginaba que el fútbol femenino llegaría a congregar en un estadio a casi 50.000 personas. En 2008 fue pionera y lo sigue siendo. Junto a las hermanas Íñiguez (hoy en el Betis de Primera Nacional) fue la tercera niña en llegar al F.B. Carmona, y actualmente es la primera nigeriana que viste la elástica del Málaga.

Tras marcar en el Nervión 95 goles en dos temporadas y ser designada como la "mejor jugadora de Segunda Provincial", este verano no le han faltado ofertas. Recibió llamadas de los filiales del Betis (que ya se interesó por ella en infantil) y del Sevilla FC, del Pozoalbense, del Santa Teresa y del Alhama C.F., pero decidió que su futuro estaba en Málaga, a las órdenes de José Herrera. "Me han acogido muy bien. Hay buen ambiente. Me alegro mucho de haber tomado esta decisión", asegura la carmonense, que cada jornada cuenta con más minutos y está haciendo gala de su polivalencia, "jugando de delantera y extremo".

"Empecé en el F.B. Carmona junto a mi hermano Paul (son gemelos), gracias a un maestro que al verme en el recreo le dijo a mi madre que tenía cualidades", rememora, a la vez que celebra que la explosión del fútbol femenino haya coincidido con su "llegada a Málaga". "Siempre defiendo la igualdad y sería muy bueno que pudiésemos competir y llenar los estadios en los que juegan los chicos", remarca la futbolista africana, a la que le encantaría pisar La Rosaleda: "Ojalá".

Imade, que cerró la plantilla malacitana, no esconde el esfuerzo que le ha costado llegar al nivel del grupo: "Adaptarme al tema físico, a las dobles sesiones, me costó. Es mucho más duro. Pero me noto mejor física y tácticamente. Es mi primer equipo profesional y la primera separación de mi familia".

Uno de sus primeros entrenadores, Fernando Sanromán, ya le auguró "un futuro brillante": "Sus inicios no fueron fáciles a nivel personal. De pequeña era tímida y reservada, pero con muchas ganas de aprender y progresar. Sus cualidades físicas y su potencia (mide 1,80) eran y siguen siendo impresionantes. Es puro talento, generosidad y perseverancia. Es el tipo de jugadora que todo entrenador quiere".

En cuanto a lo deportivo, la sevillana es ambiciosa: "El principal objetivo es ascender a Primera. Paso a paso y ladrillo a ladrillo, como dice nuestro entrenador". No obstante, reconoce que la categoría "está muy igualada": "El año pasado, en Segunda, la diferencia entre equipos era abismal. Con goleadas de 20-0. La distancia entre equipos era muy grande, pero esta temporada eso se ha reducido".

Su sueño, jugar en la máxima categoría del fútbol femenino, a día de hoy ya lo roza con las yemas de sus dedos.
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