Hace algún tiempo que se le perdió la pista. Entre el beticismo se le recuerda, sobre todo, por su elegancia en el eje de la zaga de aquel
Betis de los años noventa que rozó el título de campeón de Copa y disputó en tres ocasiones competiciones europeas. Luego se marchó a Osasuna y acabó colgando las botas en el Poli Ejido. Pero
Hristo Vidakovic, a sus 50 años, sigue dando guerra como entrenador.Probó fortuna en España como ayudante de Javier Clemente en el Murcia y primer técnico del Écija o el Cádiz, antes de hacerse cargo del
Betis B, del que fue destituido a comienzos de la 12/13 tras una campaña anterior notable. Fue el punto de inflexión para cambiar el chip. El serbio continuó su carrera en clubes en
ligas más exóticasy en ellas ha encontrado el éxito.
Tras pasar por el
Motagua de Honduras, el serbio entrena desde 2006 al
Ceres Negros de Filipinas y acaba de conseguir su tercer título liguero consecutivo. Su llegada coincidió con la profesionalización del fútbol en el país y desde entonces no ha habido otro campeón. En esta ocasión, además, lo ha conseguido
con dos jornadas de antelación, pese a no poder contar con sus jugadores internacionales por el parón de selecciones FIFA.
El conjunto con sede en Bacolod se proclamó se impuso 3-1 al Green Anchers gracias al
doblete del gaditano Bienve Marañón, uno de los tres españoles del equipo, donde también militan Carlie de Murga, igualmente de El Puerto de Santa María, y
el sevillano Manuel Herrera, más conocido como 'Súper', quien se formó en la cantera del Betis.Con 56 puntos, fruto de
18 victorias y dos empates, los 'Busmen', como se conoce a los pupilos de Vidakovic,
podrían acabar la temporada invictos si no pierden en las dos jornadas que les quedan frente a Mendiola y Kaya.
Lo que sí tiene ya asegurado un año más, tras ganar la PFC, es representar al país del sudeste asiático en
las rondas preliminares de la AFC Champions League.