Espanyol-Real Betis: Todo el mundo tiene un plan hasta que...
Todo el mundo tiene un plan hasta que le doy la primera hostia. Más o menos eso venía a decir una de las citas más célebres del díscolo boxeador Mike Tyson. Entendiendo este símil desde un plano estrictamente futbolístico y nunca desde la violencia, el Espanyol-Betis es un partido que, por sus condicionantes previos, reúne todos los argumentos para hacer bueno el no menos popular dicho de que 'el que da primero da dos veces'.
Dos de las claves para el choque de la sobremesa de este domingo en el RCDE Stadium estarán en ponerse por delante en el marcador y en aprender a administrar una ventaja, algo que a los verdiblancos les costó hacer ante Mallorca y Athletic. Para tener aspiraciones ambiciosas, es vital desacostumbrarse a tener que ir a lo kamikaze y contra todo. Los dos partidos anteriores se les hicieron muy largos, demasiado sufrimiento para inicios tan portentosos.
Siendo conscientes de la dificultad de batallar con un oponente que se juega la vida, el Betis busca en Cornellà sentirse por fin superior y reflejarlo de una manera más constante. Mejorar la puesta en escena desde esa inercia positiva y la liberación proporcionada por esta buena racha de resultados, encontrar el lado ancho del embudo y ver el lado fácil de las cosas. Jugar con la agónica tensión que sudan los muros de la casa del colista. Apagar el exacerbado ánimo de la afición local, que usará a Rubi y a Borja como desesperada terapia de motivación grupal. Hacer borbotear la impotencia que se respira en el ambiente. Y, por supuesto, multiplicar las dudas en un Espanyol centrado toda la semana en el Betis, ya que Machín reservó a casi todo su equipo titular en la cita europea del pasado jueves -a priori no repetirá ninguno de los once que salieron en la derrota ante el CSKA (0-1)-.
Toda esa cascada de consecuencias positivas tendría conseguir adelantarse en el marcador por tercera vez seguida. Sin duda alguna, la mejor ayuda para alcanzar la cuarta victoria consecutiva y para seguir viendo factible el reto de llegar a Navidad metido de lleno en la pelea por los puestos europeos.
Se busca pivote... otra vez
Está en la historia de este Betis de Rubi el sino de nunca saber quién será el pivote. Sin Andrés Guardado, Bartra gana opciones para repetir en un puesto en el que semanas atrás cumplió en líneas generales, ndo en la resta y en la anticipación pero mostrando más dudas con el balón. Sidnei no ha viajado, pero el excanterano perico Édgar ha demostrado credenciales para formar una solvente línea de tres con Mandi y Feddal, a quienes sustituyó con plenas garantías durante sus respectivas bajas por sanción en los encuentros frente al Valencia y al Athletic.
Javi García se postulaba como alternativa lógica por posición, por disponibilidad física y por la oportunidad que tenía Rubi de ver un problema como una ocasión para enchufar a otro efectivo, como hizo el pasado domingo con otro necesitado de minutos como es Diego Lainez ante la ausencia por lesión de Fekir. Precisamente en la victoria ante los bilbaínos, el mediocentro murciano volvió a jugar mes y medio después (desde finales de octubre, en Granada); pero se quedó fuera tras una sorprendente decisión técnica, como Kaptoum, otro de los que volvió a vestirse ante los 'leones'.
El canterano Ismael, ante estas dos ausencias, sería el 'plan B' para acompañar en la zona ancha a Canales y para suplir la importante baja de Guardado; prácticamente la única duda en un once muy definido en el resto de puestos, toda vez que el técnico confirmó el viernes su optimismo respecto a la participación de Fekir y calificó de "indiscutible" el rol de titular que con todo merecimiento ostenta Joaquín.
El capitán, después de anotar el primer 'hat-trick' de su carrera (esta misma temporada firmó otra tripleta de asistencias ante el Levante), superó los cuatro tantos del galo y se colocó, con seis, como el segundo máximo goleador del Betis. Este honor sigue siendo para Loren Morón (8), que enlaza ya un mes sin marcar, aunque completando unas buenas actuaciones.
Con todo, quizás esa pueda ser la única sorpresa que pueda deparar la alineación ante el Espanyol. Borja Iglesias anda aún más necesitado de gol y, aunque pueda sonar contraproducente, quizás el ambiente hostil que le espera hoy sea el empujón definitivo que necesita para explotar por fin. Al fin y al cabo, a pesar de su mal inicio de curso, hasta ahora ha nadado con la corriente a favor.
Cualquier fichaje de su precio y con sus números actuales habría sido denostado en cualquier afición de cualquier equipo del mundo. El 'Panda' tiene la paciencia del beticismo, un premio mucho más difícil de conseguir que el siempre efímero cariño. Le ve comprometido, autocrítico, humilde, con calidad... Sólo le falta el estímulo indicado para echar abajo esa puerta invisible que le frena. Hoy puede ser un buen día para demostrar que sabe encajar y golpear. Semanas atrás, era el plan de Rubi el que se caía tras el mamporro rival. Es el día para que Borja y el Betis saquen a ese Tyson que llevan dentro.
Dos de las claves para el choque de la sobremesa de este domingo en el RCDE Stadium estarán en ponerse por delante en el marcador y en aprender a administrar una ventaja, algo que a los verdiblancos les costó hacer ante Mallorca y Athletic. Para tener aspiraciones ambiciosas, es vital desacostumbrarse a tener que ir a lo kamikaze y contra todo. Los dos partidos anteriores se les hicieron muy largos, demasiado sufrimiento para inicios tan portentosos.
Siendo conscientes de la dificultad de batallar con un oponente que se juega la vida, el Betis busca en Cornellà sentirse por fin superior y reflejarlo de una manera más constante. Mejorar la puesta en escena desde esa inercia positiva y la liberación proporcionada por esta buena racha de resultados, encontrar el lado ancho del embudo y ver el lado fácil de las cosas. Jugar con la agónica tensión que sudan los muros de la casa del colista. Apagar el exacerbado ánimo de la afición local, que usará a Rubi y a Borja como desesperada terapia de motivación grupal. Hacer borbotear la impotencia que se respira en el ambiente. Y, por supuesto, multiplicar las dudas en un Espanyol centrado toda la semana en el Betis, ya que Machín reservó a casi todo su equipo titular en la cita europea del pasado jueves -a priori no repetirá ninguno de los once que salieron en la derrota ante el CSKA (0-1)-.
Toda esa cascada de consecuencias positivas tendría conseguir adelantarse en el marcador por tercera vez seguida. Sin duda alguna, la mejor ayuda para alcanzar la cuarta victoria consecutiva y para seguir viendo factible el reto de llegar a Navidad metido de lleno en la pelea por los puestos europeos.
Se busca pivote... otra vez
Está en la historia de este Betis de Rubi el sino de nunca saber quién será el pivote. Sin Andrés Guardado, Bartra gana opciones para repetir en un puesto en el que semanas atrás cumplió en líneas generales, ndo en la resta y en la anticipación pero mostrando más dudas con el balón. Sidnei no ha viajado, pero el excanterano perico Édgar ha demostrado credenciales para formar una solvente línea de tres con Mandi y Feddal, a quienes sustituyó con plenas garantías durante sus respectivas bajas por sanción en los encuentros frente al Valencia y al Athletic.
Javi García se postulaba como alternativa lógica por posición, por disponibilidad física y por la oportunidad que tenía Rubi de ver un problema como una ocasión para enchufar a otro efectivo, como hizo el pasado domingo con otro necesitado de minutos como es Diego Lainez ante la ausencia por lesión de Fekir. Precisamente en la victoria ante los bilbaínos, el mediocentro murciano volvió a jugar mes y medio después (desde finales de octubre, en Granada); pero se quedó fuera tras una sorprendente decisión técnica, como Kaptoum, otro de los que volvió a vestirse ante los 'leones'.
El canterano Ismael, ante estas dos ausencias, sería el 'plan B' para acompañar en la zona ancha a Canales y para suplir la importante baja de Guardado; prácticamente la única duda en un once muy definido en el resto de puestos, toda vez que el técnico confirmó el viernes su optimismo respecto a la participación de Fekir y calificó de "indiscutible" el rol de titular que con todo merecimiento ostenta Joaquín.
El capitán, después de anotar el primer 'hat-trick' de su carrera (esta misma temporada firmó otra tripleta de asistencias ante el Levante), superó los cuatro tantos del galo y se colocó, con seis, como el segundo máximo goleador del Betis. Este honor sigue siendo para Loren Morón (8), que enlaza ya un mes sin marcar, aunque completando unas buenas actuaciones.
Con todo, quizás esa pueda ser la única sorpresa que pueda deparar la alineación ante el Espanyol. Borja Iglesias anda aún más necesitado de gol y, aunque pueda sonar contraproducente, quizás el ambiente hostil que le espera hoy sea el empujón definitivo que necesita para explotar por fin. Al fin y al cabo, a pesar de su mal inicio de curso, hasta ahora ha nadado con la corriente a favor.
Cualquier fichaje de su precio y con sus números actuales habría sido denostado en cualquier afición de cualquier equipo del mundo. El 'Panda' tiene la paciencia del beticismo, un premio mucho más difícil de conseguir que el siempre efímero cariño. Le ve comprometido, autocrítico, humilde, con calidad... Sólo le falta el estímulo indicado para echar abajo esa puerta invisible que le frena. Hoy puede ser un buen día para demostrar que sabe encajar y golpear. Semanas atrás, era el plan de Rubi el que se caía tras el mamporro rival. Es el día para que Borja y el Betis saquen a ese Tyson que llevan dentro.