Una sospecha fundada en el Betis y una razón de peso para que Guido Rodríguez no descanse

Aunque ha vuelto a ir convocado por Argentina para el último parón FIFA de la temporada, volverá a tiempo (más de tres días) de jugar contra Osasuna

Una sospecha fundada en el Betis y una razón de peso para que Guido Rodríguez no descanse
El pivote italo-argentino realiza indicaciones durante un encuentro reciente de la UEL. - Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 7 min lectura
Solamente Nabil Fekir (3.165) acumula más minutos en partidos oficiales que Guido Rodríguez (3.003), sin rival en el recuento exclusivo de la Europa League y tercero (se cuela ahí Sergio Canales) teniendo en cuenta únicamente LaLiga, una muestra de la importancia capital en los planeas de Manuel Pellegrini que ha alcanzado el de Sáenz Peña. Tras un aterrizaje dubitativo pero con una explicación razonable (venía de un largo parón en México, que había aprovechado para casarse; tuvo problemas musculares; y la competición se paró cuando empezaba a coger ritmo), el pivote fue convenciendo a propios y extraños con un rendimiento siempre notable, a veces incluso sobresaliente.

Ya el verano pasado, parco de nuevo en movimientos rimbombantes por culpa de los efectos económicos de la pandemia, sonaron 'cantos de sirena' desde Londres, pues el Arsenal apretaba en busca de un centrocampista de cierre de sus características, consumado el fiasco de Thomas Partey, por el que pagaron un año antes 50 kilos, nada más y nada menos. Sin embargo, el Betis respiró aliviado al comprobar que los 'gunners' se decidían por el joven (22) Lokonga. Sea como fuere, la trascendencia aquí y la repercusión fuera del argentino, que cuenta encima con pasaporte comunitario por una ascendencia italiana ya ratificada, ha ido 'in crescendo'. Campeón de la Copa América y con mayor peso si cabe en la Albiceleste, los indicios apuntan a que volverá a tener ofertas cuando se reabra la ventana estival.

Y en Heliópolis quieren estar preparados. No en vano, iniciaron hace semanas los contactos con la agencia que representa a Guido con el fin de ampliar la vinculación del canterano de River Plate, encontrando receptividad, aunque todavía ningún paso definitivo. Los rectores verdiblancos creen que, como ocurriera ya con Canales, Fekir, Álex Moreno, Borja Iglesias, Rodri y el propio Pellegrini, más otras operaciones en ciernes como la de Edgar (y Bravo, Guardado y quizás Joaquín, aunque a un plazo más corto), blindar al '21' es una encomienda capital para el próximo proyecto y los venideros. Esquivar un caso como el de William Carvalho, que ha explotado a año y medio del final de su contrato, es crucial en este caso por aquello de seguir teniendo la sartén negociadora por el mango.

Con el fin de tener fortaleza argumental en cualquiera de los sentidos, el Betis cruza los dedos para que no haya contingencias de aquí a final de temporada que impidan a Guido Rodríguez disputar, al menos, nueve de los diez encuentros que restan: nueve de LaLiga (contra Osasuna, Cádiz, Real Sociedad, Elche, Getafe, Barcelona, Valencia, Granada y Real Madrid) y la final de la Copa del Rey (contra el cuadro che, el 23 de abril en La Cartuja). Salvo expulsión, debe llegar administrativamente, porque únicamente ha visto una amarilla de su segundo ciclo y fue expulsado en una sola ocasión durante estas casi dos temporadas y media en España (la doble amarilla en el derbi liguero de la 21/22 en el Benito Villamarín), habiéndose ausentado otras tres veces en este periodo por acumulación.

Físicamente, es un privilegiado. Aguanta bien el dolor y se ha recuperado con rapidez de pequeñas lesiones fibrilares, contusiones o esguinces. La última vez, de pésimo recuerdo para él, tras una fea entrada en Frankfurt, resistiendo hasta el final de la prórroga para anotar involuntariamente en propia puerta el 1-1 definitivo para el Eintracht. Este ejercicio fue sustituido antes del epílogo en seis ocasiones (en 41 encuentros, 36 de ellos como titular). Aunque ha vuelto a ir convocado por Scaloni, tendrá tiempo de sobra, junto a Pezzella, de llegar para el Betis-Osasuna del próximo domingo 3 de abril (16:15 horas), pues acabará el Ecuador-Argentina en la madrugada del miércoles anterior. Paul está cumpliendo, pero Pellegrini está prefiriendo que rote William Carvalho. Y así seguirá.

La explicación radica en una cláusula de su contrato, que en la planta noble del Benito Villamarín quieren tener atada y bien atada por si acaso. Y es que hay sospechas fundadas de que el próximo verano habrá ofertas muy importantes (al menos, una desde la Serie A y, seguramente, alguna otra de la Premier League y la Bundesliga) por Guido, que presume ya de un valor de mercado (25 millones de euros, según la web especializada 'Transfermarkt') ocho veces superior a lo que pagó de fijo el Betis por él y más de cuatro veces contando los bonus. El problema es que el acuerdo con el Club América dejaba un 30% de sus derechos económicos en poder de los mexicanos, quienes, lógicamente, reclamarían esa casi tercera parte de lo recaudado.

No se llegará a la cláusula de rescisión probablemente, si bien algunas fuentes tampoco consideran que 80 millones sea una barbaridad en caso de entrar en juego los actores adecuados. Por fortuna, la entidad heliopolitana se iba 'obligando' a adquirir paquetes del 10% del pivote italo-argentino a sus anteriores dueños, al asequible precio de entonces (3+3 fue el acuerdo con el club azulcrema), conforme el futbolista acumulara partidos de verdiblanco. Así, cuando alcanzó los 75, su titularidad pasó a ser en un 80% bética, quedando sólo nueve encuentros (lleva 91) para que se haga centenario y, así, conseguir un 90% de su pase. También de una hipotética compraventa. Por ello, Guido sólo puede faltar a una de las diez citas que quedan. El 'plan A' es que se quede, incluso más allá de 2024. Pero por si acaso.
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