Las confesiones de Pellegrini: cómo vivió la Copa, la intrahistoria del fichaje de Bravo, el verdadero objetivo del Betis, Chile...

Siempre coherente, frío y racional en todas sus reflexiones, el entrenador chileno asegura que se dejó llevar por la emoción tras el baño de cariño de la afición y promete "pelear por la Champions"

Las confesiones de Pellegrini: cómo vivió la Copa, la intrahistoria del fichaje de Bravo, el verdadero objetivo del Betis, Chile...
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura
El Plan de Manuel Pellegrini no ha podido salir mejor. Sexto en LaLiga, clasificado para la Europa League y entre los ocho mejores en la Copa del Rey, su primera temporada en el Real Betis fue digna de todo elogio. Sin gasto en fichajes, recuperando a jugadores con los que nadie contaba ya, elevando el nivel de otros hasta nivel insospechados. Su mensaje el verano pasado fue de prudencia y ambición. Quería más y lo ha conseguido. En su segundo curso en Heliópolis ha levantado un título, llegó a octavos en el torneo continental y está quinto, buscando la guinda de la Champions ya con un logro asegurado: el primer entrenador de la historia bética que se clasifica para jugar en Europa en dos campañas consecutivas. Y eso que Haro y Catalán nunca se lo exigieron cuando le ficharon.

Pero a Pellegrini no le ha cambiado la Copa conquistada el pasado sábado en la emocionante final de La Cartuja contra el Valencia CF. Sigue siendo igual de prudente y ambicioso a partes iguales. Coherente en todas sus reflexiones pero consciente de que el Betis era un gigante dormido que se ha despertado con un voraz hambre de éxitos. Por eso, aunque aún emocionado por el cariño recibido por la hinchada verdiblanca, quiere parar con la fiesta y volver a lucir mono de trabajo -chándal talismán en su caso- para dar un pasito más, tal y como ha manifestado en una entrevista con el periodista Keno Salinas, de Biobio Chile.

"Ojalá (el Betis se clasifique para la Champions). Cuando comenzamos este proyecto, entrar en Europa nunca fue la exigencia porque económicamente el club no estaba en condiciones de exigir eso. Por suerte, lo hemos hecho dos años seguidos y ahora tenemos este intento para jugar la Champions. No es fácil, tenemos varios puntos de desventaja, pero lo importante es tratar de mantener el mismo concepto que hasta ahora: ganar la mayor cantidad de puntos y cuando terminemos veremos dónde estamos. Mientras las matemáticas den lo vamos a pelear", resaltó Pellegrini en su charla con su compatriota.

El Ingeniero lleva dos años recibiendo muestras de apoyo y sabe que es un ídolo para una afición que luce orgullosa banderas, bufandas y cánticos con el nombre de su entrenador. Sin embargo, el culmen de esa bonita relación lo palpó de manera directa en las calles de Sevilla, teñidas de verdiblanco para festejar la consecución de un título después de 17 largos años de espera.

Que en medio de ese éxtasis colectivo, los béticos coreasen su nombre quedó marcado en el corazón de Pellegrini, un tipo frío en su discurso pero igualmente pasional y empático: "Me emocionó mucho que gritaran mi nombre. La celebración, el ambiente y la euforia de la afición... Salías del autobús, miles de personas en la calle y luego volvías al Benito Villamarín y había otras 40.000 personas. Es una emoción y una vivencia pocas veces repetible. Fue un sentimiento muy lindo".




Este logro en el Betis lo ha compartido con otro chileno, el eterno Claudio Bravo, capitán de la Roja que acaba de renovar por una temporada más con el club de La Palmera y que fue titular en la final de Copa de La Cartuja. Pellegrini está encantado: "Cuando tienes a un jugador que pasó por Barça, Manchester City... es sinónimo de garantía. Dos equipos que pueden fichar el arquero que quiera y firman a Claudio Bravo, es porque sabes que es un portero que te va a dar un plus".

"Claudio terminaba contrato, conocía la Liga a la perfección, tenía liderazgo y experiencia... la decisión fue fácil. Su carrera le avala. Él vino a Europa el mismo año que yo vine al Villarreal. La carrera que ha hecho no tiene comparación con ninguna trayectoria de un portero chileno", señaló al ser preguntado por si tuvo algo que ver en su fichaje por el Betis. Sin contestar de manera directa, lo dijo todo con su altísima concepción del longevo cancerbero.

En una entrevista en Chile no podía faltar una pregunta sobre el gran sueño del país andino, que no es otro que ver a Pellegrini dirigiendo a la selección nacional. "Dirigir a un club me gusta más que dirigir a una selección. Y no voy a dirigir otra que selección que no sea la de Chile porque no me gustaría jugar contra mi país", respondió en unas elegantes 'calabazas', al menos a día de hoy.
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