Cinco motivos para explicar el bajón del Sevilla

Carlos PérezCarlos Pérez
6 min lectura
Cinco motivos para explicar el bajón del Sevilla
Chicharito, como De Jong, no fue capaz de ponerse de gol. - Carlos Pérez (@carlosperezED)
Más por sensaciones que por resultados, aun habiendo perdido los dos últimos partidos, desde que salió victorioso del derbi el Sevilla FC ha entrado en un pequeño bache que ha terminado de confirmar, para quienes únicamente atienden al marcador, con la derrota en casa ante el Villarreal CF

Y no es que el cuadro de Julen Lopetegui jugase mal, es que fue superado por los amarillos en las dos áreas, y eso, al final, es lo que suele determinar el resultado de un partido. Pero, realmente, los motivos del bache de los nervionenses son más profundos y los analizamos a continuación: 

1. El problema del '9'. Monchi mejoró el pasado verano la plantilla ostensiblemente en todas las líneas... excepto en la delantera. Los pobres números goleadores del equipo (sólo 21 goles en 17 jornadas, apenas 1,23 por encuentro) apuntan directamente a Luuk de Jong, Javier 'Chicharito' Hernández y Munas Dabbur, y parece imposible que sin un punta de gran nivel, que esté a la altura del resto del conjunto, el Sevilla pueda acabar en puestos de Champions o levantando algún título esta temporada. 

El Sevilla disparó 24 veces, 19 desde dentro del área, y sólo tres fueron entre los tres palos, para hacer un único gol. La falta de puntería resulta evidente. 

 

2. Centrar mucho no es atacar bien. Hacía bastante tiempo que un equipo no ponía tantos balones al área como puso el Sevilla este domingo ante el Villarreal (68), pero los nervionenses le sacaron muy poco rédito. La cuestión estriba es discernir si en la plantilla falta un gran rematador o si en realidad los que están no reciben buenos centros. O, lo que es lo mismo, si los laterales tienen en cuenta antes de ponerla qué tipo de delantero es el que está dentro del área.




Jesús Navas centró 18 veces y sólo cuatro llegaron a ser alcanzados por algún compañero. El palaciego sigue poniendo la amplia mayoría al primer palo, cuando De Jong no es un delantero que tenga capacidad de ruptura o anticipación para llegar al balón el primero. 



Sergio Reguilón puso 14 centros, de los cuales tres no fueron despejados en primera instancia por algún rival, si bien el lateral zurdo cedido por el Real Madrid no realizó ninguno desde la línea de fondo, lo que dio ventaja a los centrales del Villarreal, de cara al balón. Pau Torres realizó 10 despejes y Raúl Albiol nueve, con aparente facilidad. 



3. La mala gestión de los recursos. Antes de invertir en el próximo mercado, Lopetegui debería dejar claro, con sus decisiones, que a este Sevilla le falta gol. Pero no lo está haciendo, porque los que más lo tienen (Munir y Dabbur) apenas están jugando. El hispano-marroquí, no en vano, es el 'pichichi' del equipo saltando al campo sólo a ratos. Promedia un tanto cada 110 minutos, por los 118' que necesita para festejar el israelí, los 203' de Chicharito y los 551' de su predilecto, De Jong. ¿Por qué no juegan más los que más gol tienen?

4. La ausencia de planes alternativos. El gran trabajo de Lopetegui en verano permitió ver a un reconocible Sevilla ya desde muy pronto, pese a que el técnico vasco tenía a su disposición una plantilla prácticamente nueva, pero se le pueda achacar al técnico vasco que su juego se base siempre en el empuje, incluso en los días en los que no cuenta con los futbolistas idóneos para llevarlo a cabo o en momentos, como el actual, en los que la plantilla no está físicamente a tope. Sin un presión fuerte y ordenada, el Villarreal logró salir con relativa comodidad en transiciones ofesivas hasta quedarse en varios uno contra uno ante Vaclík. Apretar arriba no es la única forma de defender ni centrar desde fuera, el único modo de atacar. El equipo debería ser más camaleónico e inteligente, en este sentido. Se le debe exigir que sepa leer mejor determinados partidos o fases de partidos, que alterne sistemas e ideas.   

5. La torpeza de Ocampos. Pese a no estar particupando en los últimos encuentros es, precisamente por eso, uno de los principales culpables del bajón del cuadro nervionense. Su torpe expulsión en Pucela, la cual intuía todo el mundo, excepto él mismo y un Lopetegui que debió evitarlo reemplazándole, ha dejado al Sevilla en este tramo sin su mejor futbolista. Sin un jugador que no sólo estaba haciendo goles, sino que es el mejor exponente de una forma de jugar que sin él pierde el sentido. El argentino aprieta sin balón, empuja con él, divide la atención de los defensas, desgasta... Su ida de olla, además del castigo por parte de Competición, merece un tirón de orejas por parte del club. No se puede repetir.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram