"Tuvieron mucha posesión, pero no nos hicieron daño", dijo
Ángel Correa tras el partido, como buen resumen para explicar lo ocurrido en la noche de este martes en el
Atlético de Madrid 2-0 Sevilla FC. El partido, no obstante, dejó una serie de claves y conclusiones que merece la pena desgranar. A saber:
1. El 'Trampa' Metropoliano. Ir al Wanda a ganar es pecar un poco de ingenuo, viendo cómo se las gasta en su feudo el equipo del Cholo, que además
tuvo más descanso antes de la cita que el Sevilla. Eso sí, no merced a ninguna artimaña, sino porque su partido fue suspendido por culpa de Filomena. Lopetegui se quejó tras el encuentro, pero no estarían tan cansados los suyos cuando repitió el mismo once que ante la Real y tampoco puede justificarse la derrota por cansancio, visto lo visto.
El quid estuvo en las dos áreas, donde se impusieron los colchoneros y, sobre todo, en que
el Atlético se puso por delante y que no hay equipo que gestione mejor un 1-0. La gran posesión posterior del Sevilla, engañosa, como dijo Correa, pues el cuadro colchonero
se la entregó para sentenciarle en el más mínimo error.
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2. Sigue habiendo escalón. Es la gran gran reto del Sevilla FC, desde hace años. Se piensa, y hasta algún dirigente habla de ello en público, en ganar algún día LaLiga, pero sigue habiendo una distancia con los tres de arriba mucho más grande que lo que muestra la clasificación.
El Atlético sí está en ese podio y, tras dejar la Copa de lado, va con todo a por LaLiga y la Champions. Lopetegui, en cambio, lleva todo adelante, con el desgaste que supone, y ni tiene
delanteros de 120 millones de euros o que cobren 10 o 12 por temporada, ni al que es, probablemente,
el mejor portero del mundo, junto a Neuer. La diferencia de presupuesto entre rojiblancos y blanquirrojos sigue siendo grande y eso, al final, se traslada al campo, por muy bien que hagan -que las hacen- Monchi y los suyos las cosas. Quizás esté ahora mismo más cerca el Atlético del Madrid y el Barça que el Sevilla del Atético. Al menos, es la conclusión que deja deja
la sensación de impotencia de lo currido este martes en el Wanda. Ahora bien,
en Nervión están empeñados en que eso cambie, y cuanto antes.
3. El plan sorpresa tenía 'tara'. "El mismo equipo que ante el Real", se comentaba en la previa, si bien eso no implicaba que también fuese el mismo dibujo o el mismo plan. De hecho, Lopetegui sorprendió con un eje Fernando-Jordán, con Rakitic de mediapunta y, sonbre todo,
con Suso como 'falso 9'. Por una parte, para
sacar a alguno de los tres centrales locales de sitio; por otra, para que
En-Nesyri y Ocampos, los más rápidos, explotasen con su velocidad
los espacios entre los centrales y los carrileros colchoneros. Aunque el plan era inteligente,
tenía una gran tara: el
agujero de la izquierda. En-Nesyri no ayudaba a
Acuña y éste se vio desbordado una y otra vez, hasta que el Atlético se puso por delante y renunció a atacar, hasta que vio de nuevo hueco para
fabricar por la misma zona el 2-0.
4. El 'efecto Óscar'. Sin poder profundizar, porque el Atlético montaba una línea de cinco y otra de cuatro por delante, que hasta se convertía
por momentos en un 6-3-1 con determinadas basculaciones (
su éxito radica en sus tabajadísimos automatismos, más que en la acumulación de hombres),
tenía mucha lógica, toda la del mundo, dar entrada a Óscar Rodríguez. El canterano merengue podía aportar
una vía distinta hacia el gol, por su golpeo, tanto en juego dinámico como a balón parado, pero no causó el efecto deseado. Primero, porque
parecía que estaba jugando sobre cáscaras de plátanos y, después, porque
Rakitic se adueñó de la estrategia en no pocas ocasiones.
Hasta 12 córneres botaron los visitantes, sin sacar absolutamente ningún rédito.
5. Fallos. El fútbol es
un juego de errores y, obviamente,
siempre queda el "Y si..." . Y si En-Nesyri hubiese mandando dentro la clara que tuvo, "Y si Bono hubiese visto salir el balón en el remate de Correa que supuso el 1-0...". Simpre hay cosas a las que agarrase para pensar que tu equipo mereció más, pero se suele analizar en estos casos siempre los partidos desde una sola perspectiva. "Y si Suárez marca el uno contra uno contra Bono", dirán los atléticos, que podrían apostillar que
prácticamente no sufrieron. Desde luego, la sensación es que se jugó a lo que quiso el Atlético tras el 1-0 y que el dominio del Sevilla fue más bien ficticio. Ese partido se ha visto ya multitud de veces en el Wanda, pero que cada uno se consuele como pueda. Lo que no se le puede negar al Sevilla es que
nunca baja los brazos y que siempre se levanta tras cada golpe. Meritorio su partido, pese a la derrota.
Conclusión: A día de hoy, son más rivales del Sevilla FC la Real Sociedad y el Villarreal CF, sobre todo, que el Atlético. El objetivo no debe ser otro que
amarrar la cuarta plaza, como sea.