ANÁLISIS

El derbi del Sevilla: falta de frescura... y algo más

Carlos PérezCarlos Pérez
4 min lectura
El derbi del Sevilla: falta de frescura... y algo más
A Lopetegui le faltan jugadores rápidos que le permitan ejecutar un 'plan B'. - Carlos Pérez (@carlosperezED)
Es cierto que en los duelos cainitas, por la tensión, suele haber poca fluidez en el juego, pero el Sevilla FC ha sumado cuatro puntos de seis ante el Real Betis sin ser mejor en ninguno de los dos partidos. Y como alegría para el aficionado, al que le vale ganar al eterno rival como sea, está muy bien, pero las sensaciones del equipo de Julen Lopetegui con el balón llevan tiempo sin ser buenas, salvando alguna ocasión aislada, como la de Dortmund. Aunque ya se sabe que la Champions es otra cosa, que los futbolistas no necesitan motivación extra ni casi, si me apuran, entrenador. Si llegaron a cuartos de final los fichados por Arias y Caparrós con Montella en el banquillo...

El caso es que el partido del Sevilla fue regular, tirando a malo, si se obvia el resultado, el que para algunos lo es todo. Pan para hoy. Peligroso. El balón pasó casi el doble de tiempo en su primer tercio del campo (37 %) que en el verdiblanco (20 %), dados sus apuros para sacarla desde atrás; Bono dio más pases a un compañero (43) que Suso (37) y casi los mimos que el Papu (44), dos futbolistas llamados a monopolizar el cuero; los blanquirrojos realizaron 28 despejes, por uno sólo el Betis; y recibieron hasta ocho disparos desde dentro de su área. Que el Sevilla defendió bien sólo lo sostiene el marcador. Logró sobrevivir, que es distinto. Otra cosa es que el orgullo permita al hincha, sea aficionado o periodista de bufanda, reconocerlo.

Por las redes se extendió pronto la coartada: el Sevilla está cansado. Muy cansado. Fatigado. Agotado. Extenuado. Baldado. Reventado... Tanto, como para que se le notase ya desde el primer segundo de partido tras cinco días de descanso o como para no ser capaz de sacar la pelota mediante juego combinativo ni una sola vez. Como si para eso fuese necesario estar tan fuerte como Diego Carlos, vamos. Y, obviamente, los de Lopetegui deben estar acusando no haber gozado de vacaciones, ni casi de pretemporada y afrontar un calendario tan apretado. ¡Faltaría más! Pero ése es un análisis parcial y, seguramente, hasta pobre.

Más que piernas, que ahora mismo también, es evidente, lo que le falta a este Sevilla es velocidad para ejecutar un plan diferente que no sea el de presionar de manera agresiva la salida de balón del contrario y, por ende, recuperar ya muy alto. Como ha hecho siempre y como siempre le ha ido bien. Esperando atrás puedes descansar más, pero se convierte en un suplicio si no cuentas con jugadores con los que amenazar a la carrera. Para este Sevilla una contra no son metros, sino kimómetros.

Sólo En-Nesyri tiene piernas y por ahí se libró esta vez. Bueno, también porque el Betis sólo hizo una parte de su trabajo bien. Y porque Mandi, Víctor Ruiz y Joel, que salió a lo loco en el 1-0, no son lo mismo que Diego Carlos, Koundé y Bono. Pero lo de este Sevilla no es cansancio. O no sólo cansancio, mejor dicho.
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