Jonas Vingegaard toma una decisión radical con su futuro

Lejos de lo que se ha rumoreado en las últimas fechas, el ciclista danés deja claros cuáles serán los siguientes pasos en su carrera

Jonas Vingegaard toma una decisión radical con su futuro
Jonas Vingegaard, durante una carrera de la temporada de 2025. - CORDON PRESS

La temporada de Jonas Vingegaard ha dejado algo fríos a los aficionados. El punto central de todo era ver una cruenta batalla con Tadej Pogacar en el Tour de Francia, una que directamente no existió en momento alguno. A partir de ahí poco más a destacar. Ganó una Vuelta a España marcada por las protestas y optó por no acudir al Mundial. ¿Ha influido tal recorrido en su decisión? Para nada.

Muy lejos del esloveno, el ciclista de Visma ha escuchado numerosas voces que le han invitado a alejarse de este y centrarse en objetivos más allá de la Grande Boucle. ¿Qué piensa sobre ello el danés? Pues confirma que no piensa renunciar a intentar batir al dos veces campeón del mundo.

"No pienso saltarme el Tour de Francia el año que viene. Quizás, si algún día ya no puedo luchar por la victoria general, lo haga. Creo que para mí, y quizás también para Tadej, el Tour de Francia es tan grande que los equipos que tienen un candidato a la victoria quieren que esté allí aunque nosotros llegásemos a decir 'no'", comenta en una entrevista en su país natal, Dinamarca.

La ronda gala es el centro de todo, pero ello no quita que haya otros eventos durante el año que llaman la atención de Vingegaard; eso sí, por ahora opta por no desvelar ninguno de ellos, ciñéndose a conformar de nuevo que estará en el Tour.

"Aún no hemos establecido el plan con el equipo para el próximo año. Como dije, el Tour de Francia es tan importante que necesariamente formará parte de este plan. Veremos si el Giro también puede formar parte", avisa.

Jonas Vingegaard y la tranquilidad de la Vuelta a España

Un poco en la línea expresada no hace mucho por Pogacar, el danés de Visma no puede sino admitir que disputar el Tour de Francia –y más siendo uno de los favoritos a la clasificación general–, supone un estrés que a veces se hace complicado de sobrellevar.

"Me encanta el Tour, pero llegas del podio y hay treinta periodistas que quieren hablar contigo. Y en la Vuelta, me caí y me dije: '¡Ah, solo hay dos! ¡No pasa nada!'. Eso es lo que hace que el Tour sea tan agotador... los medios, el protocolo... pero también es lo que lo hace especial", sentencia.