Jonas Vingegaard, sentenciado

"No tenía ganas de demostrar nada, pero si la victoria se pone al alcance se puede intentar y hubo suerte. Vine motivado después del Tour, pero no puedo decir que fuera una victoria buscada. Decidimos que no íbamos a buscar la victoria, pero las cosas salieron de otra manera". Con esas palabras explicaba el ciclista danés Jonas Vingegaard su triunfo en la segunda etapa de la Vuelta a España 2025.

El del Team Visma Lease a Bike amargó al ciclista local Giulio Ciccone y le arrebató el triunfo en la estación de Limone Piemonte, en un sprint que además tenía un premio no deseado a priori como él mismo reconocía: el maillot rojo de líder. Eso obligará a desgastarse más a un Visma que debería ser el encargado de defender en estas primeras etapas la posición de su líder o, al menos, evitar que se den sorpresas como la que protagonizo hace un año Ben O'Connor en la sexta etapa y que fue decisiva en el devenir de La Vuelta.

"No fue fácil seguir a rueda. Ciccone atacó con fuerza y creí que no le podría superar, pero faltaban más metros de los que pensaba y pude arrancar a por la victoria", indicó un Vingegaard que calificó esa reacción que le dio el triunfo y el liderato como algo istintivo.

Sin embargo, hay quien no cree que fuera eso. Alberto Contador analizaba para Eurosport el final de la insípida primera etapa con final en Novara y mandaba un aviso sobre Vingegaard. No creía que fuera a reservarse para las etapas importantes, sino que señalaba que iba a tratar de hacer lo mismo que suele realizar Tadej Pogacar, ganar el máximo de etapas y someter a sus rivales en cualquier tipo de llegada.

Contador no se fiaba de Vingegaard

"Tengo curiosidad, aunque estoy bastante convencido de que si tiene piernas lo va a hacer así", avisaba el ciclista de Pinto. "Yo creo que Vingegaard va a intentar hacer lo que hace Pogacar en sus carreras, que es ganar etapas y ganar etapas, porque no va solo de conseguir victorias, sino parte también de esa batalla psicológica que tienen ellos dos", afirmó el de Pinto antes de que el triunfo de Vingegaard le diese la razón.

Alberto Contador ya vaticinó que la lucha era de Vingegaard contra sí mismo y que la única duda que tenía es si alguien le podría vencer en un final que no fuera ideal para sus características. "Tengo curiosidad por ver cómo empiezan estos finales en alto, cuál es el estado de forma para ver si hay rivales a la altura de Vingegaard porque, si no, él va a intentar ponerse en modo rodillo", ratificó el exciclista madrileño.

Ante eso, cabe ahora la duda de qué hará Vingegaard en esta tercera etapa, que también acaba arriba, o en las siguientes, ya que esta Vuelta tiene diez finales en alto, con etapas como la que finalizó en Limone Piemonte que no tiene otra dificultad.