Simon Yates deja en ridículo a Del Toro y sentencia el Giro

Enorme Simon Yates, emocionante Richard Carapaz y ridículo Isaac del Toro. Ya sea por decisión propia o por órdenes de equipo, nadie entendió la defensa de la maglia rosa que realizó el mexicano en la etapa 20 del Giro de Italia, una marcada en rojo como decisiva por la subida a Finestre –con sterrato– y que sirvió para que el británico de Visma sentenciase el Giro de Italia ante la sorprendente dejadez de Del Toro, que en caso alguno tiró para defender el rosa. Por cierto, Simon se corona justo en la montaña que le arrebató un Giro de 2018 que parecía tener ganado.

El final más imprevisible es el que se dio en Finestre. Tras muchos kilómetros de tensa calma, era empezar los 18 kilómetros de subida y Richard Carapaz rompía la carrera. El ecuatoriano lanzaba su ataque y solo Del Toro le seguía. Parecía que nos dirigíamos a un mano a mano de época, una pelea entre dos enormes ciclistas que se lanzaban hacia 50 kilómetros de palos y 'venganzas'. La cuestión es que Simon Yates tenía otros planes...

Tras dejar ir a ambos por delante, el de Visma fue subiendo a su ritmo, cogió a sus dos rivales e insistió en atacar hasta que Carapaz optó por dejar que se fuera. Obviamente el ecuatoriano corría el riesgo de perder la segunda plaza, pero más tenía en juego Del Toro, quien podía verse sin el rosa en la última batalla.

Ya con Simon por delante, durante mucho tiempo no sacó más de 20 segundos de distancia; es más, un ataque de Carapaz prácticamente sirvió para cazarlo, pero la 'Locomotora del Carchi' –cansado de tirar de Del Toro– optó por levantar el pie y jugársela a poner en jaque al mexicano. Lo que nadie esperaba es que el de UAE prefiriese perder el Giro a tirar. Nadie lo entendió, y es que incluso coronando Finestre la diferencia no era de más de 1:40 minutos; es decir, estaba a tiempo de al menos pelear el rosa. No lo hizo. El ataque de Yates finalmente le dejó en ridículo y con un agrio paseo por Roma.

Paseo triunfal de Simon Yates

Los últimos kilómetros, con Simon Yates ya casi cinco minutos por delante gracias además a la colaboración de un genial Wout van Aert, se convirtieron en un paseo para el británico, mientras que en el grupo trasero las caras de Del Toro y Carapaz eran un poema. Uno perdió el Giro y el otro no entendió en momento alguno la actitud del mexicano. ¿El más listo? Un Simon Yates que ha hecho bueno eso de 'hasta el rabo todo es toro'.