Athletic Club 3-2 Real Betis: Una última uva sin pelar en un año para enmarcar

Athletic Club 3-2 Real Betis: Una última uva sin pelar en un año para enmarcar
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 13 min lectura
El Real Betis despedía este domingo un mágico 2021 en el Nuevo San Mamés. Buscaba ante el Athletic Club el broche perfecto a un año en el cambió las dudas por la ilusión, rozó las semifinales de Copa del Rey, se clasificó para la Europa League y fue durante muchos meses el equipo con menos derrotas del Viejo Continente. Los verdiblancos, con independencia del marcador final en Bilbao, ya tenían asegurado tomarse las uvas desde una privilegiada tercera posición de la clasificación de LaLiga (33 puntos) y muy vivos en las tres competiciones en las que inició la 2021/2022. Eso es lo que cuenta y no esa última uva sin pelar en un año para enmarcar. En el año Pellegrini. 

Es cierto que una situación tan boyante merecía la guinda de un triunfo en un estadio que no le suele dar nada bien y en el que a buen seguro se vio una de las peores versiones (si no la peor) de la 'era Pellegrini', con un 4-0 el curso pasado. Son ya nueve visitas sin pescar en Bilbao, pero hasta en las forma de perder se ve lo buen equipo que ha armado Pellegrini. Identificable a su idea siempre, el Betis entrará en 2022 con un envidiable colchón de cuatro puntos en la zona Champions y de seis con respecto al séptimo, el Barça.

La vida es para los valientes, dijo aquel (lo diría un valiente, seguramente). Pellegrini, desde luego, puede presumir de no bajar la cabeza ante nadie. Ante los problemas que la velocidad de los Williams venían generando a sus últimos rivales respondió con un movimiento ofensivo, fijando a Nico con una ofensiva banda zurda y aislando progresivamente a Iñaki adelantando la zaga después de un 1-0 al que respondió de manera contundente. 

Primero con dos ocasiones seguidas en cuatro minutos, para empatar por medio del inspirado Juan Miguel, quien con su gol número 11 en esta Liga (13 dianas en total, ya) estableció el 1-1 con el que se llegó al descanso; una reanudación poderosa con otro carrusel de ocasiones y el 1-2, un zapatazo de Fekir. No obstante, cabe reconocer que el Athletic también mostró valentía, sacó motivación de donde no la había y fue constante, mereciendo el premio del empate, con un nuevo arreón de un Iñaki que firmó el doblete con un zurdazo espectacular, y de la remontada, con el 3-2, de Óscar de Marcos en el 89'.  


Nueve cambios en el once y un inicio trepidante

Pellegrini viajó con 22 jugadores sin los lesionados Guardado, Pezzella, Paul, Montoya, Sabaly y Camarasa, pero con el regreso de Claudio Bravo como principal novedad. Volvió a cambiar a casi todo su equipo con respecto al duelo del jueves en Talavera y sólo repitieron Guido y Carvalho, con Bartra y Víctor Ruiz escoltados por Bellerín y Álex Moreno y con una segunda línea de puro deleite con Canales, Fekir y Juanmi por detrás de Willian José.

Por su parte, el Athletic Club necesita tres puntos para salir de la mala situación en la que se encuentra. En su peor crisis de la temporada, encadenan ocho jornadas sin ganar -tres derrotas y cinco empates- con paupérrimos índices de acierto de cara a gol. Iñigo Martínez y Unai Simón son bajas por coronavirus; Dani García, por sanción, y Nolaskoain, Villalibre y Vivian, por diferentes lesiones. El joven Julen Agirrezabala, Unai Núñez y Mikel Vesga fueron las principales novedades del once de Marcelino García Toral, con Muniain, los hermanos Williams y Raúl García como mejores bazas en ataque de un equipo que llegaba a la cita con alarmantes cifras realizadoras pese a que suele generar bastante peligro.

La mejor prueba de la facilidad con la que los leones pisan área rival se vio a los 2 minutos de partido, cuando después de una larga combinación, el balón filtrado por Muniain entre Víctor Ruiz y Álex dejó a Iñaki Williams solo ante Rui Silva, al que batió a la primera -todo lo contrario que en partidos anteriores-. Su posición, más que ajustada, necesitó de la validación del VAR para poder celebrar el 1-0. Su  posición la validaba media bota de un pie que Víctor dejó atrás.

El Betis no tardó en realizar una gráfica demostración de intenciones con centro de Bellerín que casi remacha a gol Álex Moreno. De lateral a lateral. Y en la siguiente, el gol del empate, gracias a dos jugadores iluminados. Otra rápida arrancada del carrilero zurdo, esta vez con asistencia para que el 'pichichi nacional', Juanmi Jiménez, remachase a portería vacía tras uno de sus indetectables desmarques (en el segundo palo).


Más pausa, menos peligro

Sólo habían transcurrido cuatro minutos desde el tanto del Athletic y el marcador volvía a reflejar un empate en un inicio de partido sin tregua que daba pie a una fase de lucha por la posesión y con duelos de velocistas entre los Williams y la pletórica banda izquierda del Betis, sin desdeñar las verticales arrancadas de un entonado Bellerín, ganando línea de fondo con relativa facilidad. Tanta como la de los vascos para amenazar con montar veloces transiciones tras cada robo.  

Si la vertiginosa verticalidad del choque perjudicaba a alguien, era a esos capaces de marcar diferencias con la pausa y teniendo el balón en su poder. Adelantar la línea del fuera de juego e intentar que Canales, Fekir y Carvalho se asociasen más por dentro fue el modo elegido por el Betis para ir bajando las pulsaciones al duelo, completando posesiones más largas por todo el campo sin renunciar a correr si el rival se descoloca y sin amilanarse en las muchas disputas y balones divididos que se sucedían en minutos con menos peligro. Lo intentó a diez del descanso Willian José, por partida doble. Primero, con un disparo a la media vuelta bien taponado por la zaga local tras la enésima proyección ofensiva de Álex. Y, acto seguido, en un libre directo que salió demasiado alto.

La vida es para los valientes

La segunda mitad comenzó sin cambios y con una nueva arrancada del pletórico Álex Moreno, una locomotora que cedió en la frontal para el disparo seco de Fekir que Agirrezabala desvió con apuros a córner. Fue justo antes de que al galo se le pelasen los cables de nuevo tras un placaje de rugby de un Balenziaga al que se quitó de encima con un empujón que dio origen a esas tanganas que tanto le gustan a Raúl García. El '8', siempre temperamental, vio amarilla y la mirada que le dedicó Pellegrini desde la banda vale más que mil palabras.  

Piques al margen, el Betis había salido a marcar territorio. Casi en una cascada de ocasiones. Lo rozó también Willian José, en un chut que se fue lamiendo el palo largo, y lo celebró Fekir, que demostró que los roces no le distraen lo más mínimo y fusiló al meta local tras una sensacional dejada del brasileño en el áreaOlía sangre en la guarida del león y desataba toda su confianza cosechada en un año para enmarcar. Quería más y el tercero estuvo a punto de llegar en una volea de Canales a la que Agirrezabala respondió con un buena parada.

Era cuestión de lógica que el Athletic, dolido en su orgullo y golpeado por la impotencia, empujase un poco hacia el área de un Rui Silva que apenas había tenido trabajo. Lo hizo animado por el efecto efervescente de los cambios, pero  sólo encontró el gol en un chispazo esporádico cuando más controlaba el partido un Betis en el que Pellegrini había decidido dosificar al omnipresente pero amonestado Guido. Iñaki Williams se sacó dos zurdazos seguidos, uno para hacer el 2-2 con un golazo y otro casi sin pausa antes para provocar el paradón del meta heliopolitano, que tuvo que aparecer dos veces más ante el '9' rojiblanco y su hermano Nico en la fase de mayor debilidad en el cuadro visitante.

Guido Rodríguez es una especie de conserje de los antiguos, un profesional experimentado que siempre carga con un voluminoso manojo de llaves pero es capaz de encontrar a la primera la que va abriendo todas y cada una de las puertas que el partido va requiriendo abrir. Sin él, el Betis se descolocó de repente y acusó momentáneamente el golpe del empate. Rodri, un titular indiscutible hasta que una lesión le obligó a parar, fue la herramienta de la que echó mano el 'Ingeniero' para intentar retomar el control. 

Junto al extremeño, entraron Borja, Joaquín y Miranda. Juanmi, Álex, dolorido por un golpe, Willian José y Carvalho fueron los sustituidos en un intento por volver a nivelar las fuerzas. Pero ahora era el Athletic quien olía sangre y encontró el 3-2 con un disparo desde la frontal de Óscar de Marcos que salió rebotado, desviando su trayectoria hasta hacerse inalcanzable para Rui Silva. 

Aún rozaría el empate en el sexto minuto añadido con varios balones a la olla, despejados con apuros por la pertrechada zaga local. Porque este Betis es fiel a su estilo e identificable en su idea hasta los pocos días que le toca perder. Murió en el área intentando evitar una derrota que no emborrona en absoluto un año para enmarcar. ¿Habría sido más bonito y redondo con un triunfo? Pues sí, pero entonces no sería este permanente 'cliffhanger' llamado Betis. 2021, el año Pellegrini. Que 2022 sea el año de la consolidación.





- FICHA TÉCNICA.-

Athletic Club:
Aguirrezabala; Lekue (De Marcos 55'), Unai Núñez, Yeray, Balenziaga; Nico Williams, Unai Vencedor, Mikel Vesga (Zarraga 55'), Muniain (Álex Berenguer 69'); Raúl García (Sancet 69') e Iñaki Williams.

Real Betis: Rui Silva; Bellerín, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno (Miranda 83'); Guido Rodríguez (Edgar 67'), William Carvalho; Canales, Fekir, Juanmi (Rodri 77'); y Willian José (Borja Iglesias 83').

Árbitro: Gil Manzano (extremeño). Amonestó a Fekir y Guido Rodríguez. 

Goles: 1-0 (2') Iñaki Williams; 1-1 (6') Juanmi; 1-2 (53') Fekir; 2-2 (72') Iñaki Williams; 3-2 (89') De Marcos.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 18 de LaLiga, el último para ambos equipos en este 2021, disputado en el estadio Nuevo San Mamés de Bilbao. Unos 200 seguidores béticos se hicieron notar entre los asistentes.
 
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